Las Trobairitz: canciones medievales de amor extraconyugal

La Edad Media no se saca los prejuicios de encima. Su fama de oscura y sucia se perpetúa en los estereotipos de guerreros barbudos y sanguinarios, oscuros castillos, guerras continuas y fanatismo religioso. Flanqueado por las togas clásicas y la luminosidad renacentista, el pobre Medievo intenta sin éxito despegarse de su aura de tiempo atrasado.

En cambio, expertos medievalistas como el ya desaparecido Jacques Le Goff ,han afirmado que en los casi diez siglos, diez, que se dan entre la caída del Imperio Romano y las primeras ciudades estado italianas pasó de todo, y no fue un escenario tan negativo como se ha venido describiendo.

De hecho, la tradición cultural medieval contribuyó de manera manifiesta a las tendencias artísticas de los períodos históricos posteriores. Concretamente, en el ámbito literario, la lírica trovadoresca de los siglos XII y XIII  influenció a las primeras grandes figuras del Renacimiento italiano, como fueron Dante y Petrarca.

El género trovadoresco tuvo su espacio geográfico en Occitània, una región que incluiría hoy a la actual Francia mediterránea hasta el sur del Loira y Lyon. Precisamente, ya puestos a desmontar tópicos, no es ajustado hablar de los trovadores “provenzales”, como a menudo se les ha descrito, pues Occitània ocupa un mayor territorio que la zona de la Provenza. Asimismo, tampoco es apropiado hablar de “los trovadores” ya que entre aquellos artistas también hubo mujeres: las llamadas trobairitz.

Mapa de Occitania By Paul Munhoven (Own work)
Mapa de Occitania

Trovadores y trobairitz acostumbraban a ser nobles que escribían en lengua vulgar, el Occità o langue d’oc. La chanson, canción de temática amorosa, fue una de sus composiciones más populares. Se dedicaba a la midons y al amic respectivamente. La traducción de la primera sería “mi señora” e implicaba una posición de poder y dominio pues las destinatarias eran damas de la nobleza. Las trobairitz, en cambio, se dirigían al “amigo”. En ambos casos midons y amic  eran una figura receptora de los cantos amorosos que no coincidía jamás con el cónyuge del autor, pues matrimonio y amor eran dos cosas bien diferentes. El primero, sobre todo en la nobleza, se basaba en acuerdos políticos y económicos. El segundo, en cambio, se relacionaba con el concepto de fin’amor.

Trobadours. German anonymous., s. XIV. Archiv für Kunst und Geschichte. Berlin.
Trobadores. S. XIV. Archiv für Kunst und Geschichte. Berlin.

En la fin’amor el trovador, quien había de estar enamorado para poder cantar, dirigía su canto a midons, la señora de sus anhelos. Era siempre una señora feudal, casada, a la que el poeta escondía tras un senhal o nombre ficticio. Ante ella se presentaba como vasallo, aunque él mismo también fuera noble. La fin’amor describía unas fases que se iniciaban en la declaración de intenciones y podían acabar en el lecho, aunque el sentimiento general superaba la corporeidad. Se recuperaba el concepto aristotélico del amor como enfermedad y se gestaban tópicos como el morir de amor, el corazón acelerado al ver a la amada o los celos como muestra de sentimiento auténtico. Muchos de ellos siguen vigentes en la manera contemporánea de retratar las relaciones amorosas. De hecho, en su época las chansons eran cantadas por juglares y tenían una gran difusión. No eran en absoluto minoritarias ni elitistas, sino que se planteaban como un instrumento de entretenimiento y disfrute.

Las trobairitz y sus amigos

Sólo quedan 46 composiciones escritas por trobairitz y tan sólo a 21 autoras identificadas.

Las trobairitz presentan una cierta singularidad en su manera de entender la fin’amor respecto a sus compañeros masculinos.  Todas ellas nobles, eran, a su vez, midons , señoras feudales, y de hecho muchas fueron receptoras de las composiciones de sus homólogos. Por ello, se dirigían a su amado como “amigo”, y cambiaban la distancia social vasallo-midons por la física. Se lamentaban de no tener cerca al objeto de su amor o bien de haberle perdido, de no ser ya correspondidas. Sus composiciones resultan más cercanas, basadas en el anhelo y sorprendentemente familiares en su contenido.

Miniatura de Na Castelloza, trobairitz.
Miniatura de Na Castelloza, trobairitz.

Por ejemplo, así “trobava”  Beatriu de Dia o Comtessa de Dia, en la única composición musical conservada de de este género:

A chantar m’er de so qu’ieu non volria / Ahora deberé cantar de lo que no querría,

tan me rancur de lui cui sui amia, / tanto me lamento del que soy amiga,

car ieu l’am mais que nuilla ren que sia:/ pues le amo más que a cualquier cosa en el mundo

vas lui no .m val merces ni cortesía / pero no valen ante él ni la piedad ni la cortesía *

La libertad de creación y difusión de la obra de estas mujeres estuvo claramente favorecida por la religión cátara que imperaba en el país occitano. El catarismo equiparaba a hombres y mujeres en su posición jerárquica dentro de su iglesia. Pese a que no todas las trobairitz fueron seguidoras de esta doctrina, la influencia de sus valores emancipadores impregnó la cultura occitana y facilitó que las mujeres pudieran desempeñar roles de poder en el ámbito público. Así, las nobles occitanas no sólo eran aristócratas formadas, receptoras de la lírica de los trovadores, sino que también fueron mecenas y creadoras.

Castillo de montsegur, bastión cátaro
Castillo de montsegur, bastión cátaro

La destrucción de la religión cátara, con la caída del castillo de Montsegur, en 1244, marcó el fin de la cultura occitana, y el declive de una tradición de mujeres poderosas y cultivadas cuyo legado, aunque escasamente conservado, resuena por encima de los tópicos de la época.

*Traducción procedente de: Las Trovadoras, poetisas del amor cortés. Ed. Horas y Horas, 1997.
Inma Martín Alegre

Lectora impenitente, escribo poesía y relatos cuando venzo la pereza. Hace años me licencié en Psicología. Llevo a ritmo tranquilo el grado de Estudios Literarios. Mediterránea, lletraferida y residente en Madrid. <a href="http://nosiemprerima.com">www.nosiemprerima.com</a>