Es irremediable, al menos a día de hoy, que cuando pensamos en los Estados Unidos de Norteamérica pensemos en sus siglos de esclavitud. Una parcela mundial conocida como “el país de las oportunidades” era para sus habitantes de raza negra una gran mentira y más cuando ni el derecho a la vida para ellos era una oportunidad.
Entonces el decimosexto presidente de los Estados Unidos, Abraham Lincoln a la vez que firmaba lo que fuera el principio de un camino lento hacia la vida, firmó la vía rápida para su muerte. Hablamos de la Declaración de Emancipación, unida a las enmiendas XIII y XIV, estimado todo ello a quitar el yugo de la esclavitud.
A pesar de que los derechos civiles de los hombres de raza negra sean algo más que una quimera en aquel momento y hasta muy entrado el siglo XX, fue necesario ese pequeño paso.
Algo más de cincuenta años antes de la Guerra de Secesión, en 1826 Robert Finley fundó “ The Society for the Colonization of Free People of Color of America” (ACS), una organización surgida para creación de un territorio en el continente africano en donde pudieran vivir y establecerse los libertos afroamericanos traídos desde EEUU. Se estableció que ocuparían un territorio en la costa oeste de África, entre lo que hoy en día es Sierra Leona y Costa de Marfil; denominándolo Liberia.
Esta Sociedad, estaba apoyada por políticos de renombre como Abraham Lincoln, Henrry Clay y James Monroe, los cuales pensaban que era preferible la fundación de este Estado antes que una emancipación generalizada.
Así pues, otras organizaciones (que eran sucursales de la ACS) como la Mississippi Colonization Society o la Maryland Stati Colonization Society impulsaron la creación de otros estados en la costa africana como Mississippi-in-Africa la o República de Maryland, anexionadas de forma voluntaria al territorio de Liberia en 1842 y 1857 respectivamente, puesto que de forma independiente dichos territorios no podía asegurar su supervivencia.
Liberia se consolidó entonces como una posible “tierra prometida”, en la que antiguos esclavos podrían prosperar, llegando a recibir más de trece mil antiguos esclavos desde el comienzo de dicho proyecto cuando llegaron los primeros en el año 1821 hasta el año 1867, siendo en esta fecha ya un país independiente desde hacía veinte años.
En 1847 Liberia se proclama como país independiente, siendo Joseph Jenkins Roberts el primer presidente de Liberia. Anterior al cargo de la presidencia, Roberts gobernador de Monrovia y gran defensor de la independencia y reconocimiento internacional de dicho país.
En 1922 se establece Monrovia como capital, en honor al presiente de los Estados Unidos James Monroe, pero no es hasta 1924 cuando el país es fundado oficialmente.
Estos antiguos esclavos llevaron la cultura estadounidense al nuevo territorio de Liberia, puesto que era en la que ellos y sus ascendientes se habían criado. Las nociones americanas de un régimen político republicano o la religión cristiana protestante fueron a la hora de su desarrollo pilares esenciales, los cuales chocaban drásticamente con toda la cultura de las tribus indígenas que allí habitaban como los Grebo y los Kru, con los que tuvieron varios enfrentamientos violentos, puesto que, a la hora de demarcar el territorio, no se tuvieron en cuenta la etnias locales y su territorio.
Con la entrada de los países europeos en África en el siglo XIX bajo pretexto de evangelizar o civilizar dicho continente, Liberia consigue mantenerse al margen de colonialismos junto
con Etiopía, aunque este último país sí caerá bajo dominio italiano en el siglo XX. Aun consiguiendo esquivar la dominación europea, no conseguirá escapar de la presión internacional que Francia e Inglaterra ejercían sobre ella.
Pero todo esto largo camino desembocaría de la peor forma posible en el siglo XX. Tras un periodo de pequeño aguje en el primer tercio de dicho siglo, comienzan los tiempos de inestabilidad política y social. En 1928 tiene lugar el mayor pucherazo del mundo en las elecciones genarles, superando mavisamente la victoria en votos que el número real de electores totales. En 1980 tiene lugar un golpe de estado por parte del militar Samuel Kanyon Doe caminando así hacia una guerra civil en 1989 que dejará 14 años de enfrentamientos.
Paradojicamente, aunque vive un periodo de transición hacia una democracia la falta de cualquier futuro en dicho país hace que los liberianos pongan los ojos en Estados Unidos, con perspectivas para una vida mejor.