Fotografía bélica: imágenes del horror

La fotografía bélica es un género triste con el que la humanidad conserva la amarga memoria de conflictos pasados o presentes. Sus exponentes son interminables, como la propia naturaleza de aquello que inmortalizan. Algunas imágenes parecen condensar un conflicto. La Guerra Civil española palpita en la Muerte de un miliciano de Robert Capa. La guerra de Vietnam es la pequeña víctima del napalm que corre en The Terror of War, de Nick Ut. El final de la Segunda Guerra Mundial es el hongo atómico sobre Nagasaki. Cambian las coordenadas, las caras, las excusas. El retrato del mal continúa inalterable.

Kim Phúc, la “niña del napalm” (Associated Press) fotografía bélica
Kim Phúc, la “niña del napalm” (Associated Press)

Orígenes de la fotografía bélica

Irónicamente, los orígenes de este género se remontan a la guerra de Crimea (1853-1856). El conflicto representó un bautismo de fuego para la fotografía, cuya invención databa de apenas dos décadas atrás. Las limitaciones técnicas de la época propiciaron posados, recreaciones de las batallas e imágenes centradas en la logística de guerra. No obstante, su valía como testimonios gráficos y documentos históricos permanece intacta. Son varios los nombres tras la lente: el británico Roger Fenton (1819-1869), el italiano Felice Beato (1832-1909) o el austrohúngaro Carol Szathmari (1812-1887).

Valley of the Shadow of Death (Roger Fenton) fotografía bélica
Valley of the Shadow of Death (Roger Fenton)

La carrera de Beato fue especialmente prolífica. Documentó la Rebelión de la India de 1857, incluyendo las primeras imágenes de cadáveres. Recién independizado de James Robertson, compañero en Crimea, partió a China. Allí fotografió la expedición militar anglofrancesa durante la Segunda Guerra del Opio (1856-1860). Le siguió un período muy activo en Japón, entonces todavía cerrado al exterior. Sus últimas fotografías en conflicto fueron las del final de la Tercera Guerra Anglo-Birmana (noviembre de 1885). Previamente, la Segunda Guerra Anglo-Birmana (1852-1853) fue retratada por John McCosh, fotógrafo también en la Segunda Guerra Anglo-Sikh (1848-1849).

Interior of the English Entrance to North Fort on 21st August, 1860 (Felice Beato) fotografía bélica
Interior of the English Entrance to North Fort on 21st August, 1860 (Felice Beato)

Fotografía bélica: La Primera Guerra Mundial

La progresiva reducción del tamaño de las cámaras llegó justo a tiempo para la Primera Guerra Mundial (1914-1918). Por primera vez, el conflicto queda retratado en detalle por todos los implicados. La fotografía se controla y explota como arma, según advierte Hilary Roberts, del Imperial War Museum.

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Arrestos en Sarajevo tras el asesinato del archiduque Franz Ferdinand y su esposa (Walter Tausch)

Del doble asesinato real de 1914 en Sarajevo, retratado por Walter Tausch, a las movilizaciones en masa y primeros entrenamientos militares. Las cámaras estaban presentes y su poder propagandístico y documental tardó en reconocerse. Las restricciones de los Gobiernos, particularmente en el frente occidental, fueron notables e inmediatas. Fotógrafos comerciales, de prensa  y civiles se arriesgaban o bien eran excluidos de la acción. Con la aprobación de sus superiores, oficiales y marinos utilizaban las cámaras que habían llevado consigo. “Fuera de dicho frente sí se forjaron acuerdos con las autoridades militares”, explica Stephen Badsey, de la Universidad de Wolverhampton.

La fotografía en esta contienda tenía una dimensión privada y pública. La primera, arriba explicada, se refuerza también con los retratos que los combatientes y sus seres queridos intercambiaban. La segunda se explica mediante los usos estrictamente militares y propagandísticos del género. La propaganda llegó a ser especialmente crucial en el frente interno. La censura la imponían los Gobiernos, pero también las circunstancias técnicas, de seguridad, culturales o la propia ideología del autor de la imagen.  

Enfermeras en el frente fotografía bélica
Enfermeras en el frente

Hubo que esperar a 1916 para observar un verdadero desarrollo de la fotografía bélica. Las naciones combatientes establecían, extendían o reconfiguraban así los recursos profesionales para la documentación oficial y la propagandística. Este desarrollo frenó el de la fotografía amateur y artística, con muchos de los fotógrafos civiles ahora alistados. Francia y Gran Bretaña encabezaron las iniciativas al respecto en este período, como expone Hilary Roberts, del Imperial War Museum.

 El horror a través de los ojos de un soldado (Walter Kleinfeldt) fotografía bélica
El horror a través de los ojos de un soldado (Walter Kleinfeldt)

La fotografía de la Primera Guerra Mundial es hoy un valioso archivo militar e histórico. A través de muchos de sus negativos es posible conocer mejor, asimismo, los usos y costumbres de una sociedad. El conflicto sentaba así definitivamente las bases para el género de la fotografía de guerra. La fotografía de guerra se preparaba para una de las guerras más crueles del pasado siglo.