Entre el jazz y el hip-hop: Como Asesinar a Felipes

La mezcla de hip-hop con otros estilos musicales fue algo natural a lo largo de su historia. Y no podría ser de otro modo, el género mismo es ya una fusión de influencias de la música electrónica y la música negra de EE.UU.  Algunos ejemplos destacables son, por ejemplo, las asociaciones de Run DMC con Aerosmith y Public Enemy con Anthrax a finales de los 80. Enseñaron nuevas posibilidades a los que quisieron cruzar las fronteras artificiales entre el rock y el hip-hop.

Los años 90 exploraron esta mezcla con eficacia y creatividad, con grupos como Rage Against the Machine, Urban Dance Squad y el proyecto en paralelo del rapero Ice T, la banda Body Count. Todavía en este periodo, los Beastie Boys ampliaron el repertorio de novedades al juntar hip-hop, jazz, funk y rock de modo orgánico y fluido a partir de su clásico álbum Check Your Head. Desde Inglaterra, los colectivos y bandas del llamado Trip-Hop también usaron el hip-hop como el denominador común de su estética híbrida.

 

Innovaciones desde el sur

En 2007, en Santiago de Chile surgió un grupo que apuntó aún más lejos en las direcciones musicales. Bajo el peculiar nombre Cómo Asesinar a Felipes, la banda tenía una formación vintage de trío de jazz con bajo, batería, piano eléctrico y sintetizadores, junto con la asociación clásica del MC y DJ. El MC (Master of Ceremonies, cantante de rap), junto con el DJ, el graffiti y la danza de calle, conocido como break dance, son los cuatro elementos centrales de la cultura hip-hop desarrollada en EE.UU en los años 70 y 80.

En 2008 lanzaron su primer disco con el mismo nombre que el de la formación, Cómo asesinar a Felipes, aportando un estilo retro y a la vez contemporáneo. Las frases hechas en el piano Rhodes por Marcos Meza introducen de inmediato los timbres y floreos jazzísticos eléctricos de los 70, y las letras eran una mezcla de crítica social y flujo de conciencia existencialista. Destacan los temas “Nada más, nada menos”  y “En busca de un nuevo sueño”.

Tras el lanzamiento de un EP llamado Un disparo al centro en 2009, publicaron su segundo disco, Colores y Cadáveres, más oscuro y sofisticado que el anterior, comprobando la versatilidad instrumental y artística de sus integrantes. Con grandes interludios instrumentales, usos más intensivos de samples y rimas más irregulares por parte del cantante Koala Contreras, este disco logra una fusión casi perfecta entre tradición jazzística y el equipo conceptual y técnico del hip-hop.

La banda brasileña de rock progresivo tocando en directo
La banda «Como asesinar a Felipes» en directo en 2012 || Fuente: Flickr

Más allá de lo esperado

El siguiente paso fue grabar fuera de Chile. Comenzará de Nuevo, en 2012, es el primer fruto internacional del grupo, lanzado por Koolarrow Records, de Bill Gould, integrante de Faith No More. Grabado en una sola toma, o sea, sin espacio entre las pistas, el uso más intenso de sintetizadores antiguos amplió las atmosferas harmónicas del grupo. Las canciones se volvieron más extensas y las letras tomaron un tono pesimista.

En este punto, las intenciones estéticas del grupo avanzaron más allá de la ya asimilada mezcla de hip-hop con jazz que les hizo conocidos. Las ambiciones artísticas les colocaron al nivel de los grupos de rock progresivo o las bandas que grababan discos conceptuales.

El siguiente disco, V, en 2014, no nombró las pistas. Apenas las numeraron de uno a cinco, con todas las canciones duraban 5 minutos y el disco tenía 25 minutos exactos de duración. Después el grupo sufrió un cambio de formación, salió el pianista y entró el saxo y flauta travesera Cristián Gallardo. Con esta formación grabaron su álbum más reciente, Elipse, en 2017, con aún más influencias jazzísticas por la presencia del saxofón.

El grupo sigue con su combinación sui génesis entre estéticas y estilos, uno de los mejor producidos recientemente. Han demostrado que las fronteras entre el hip hop y cualquier otro género son inexistentes. Cómo Asesinar a Felipes fueron más allá de las saturadas propuestas de mezclar rock con rap, tendencia en los 90, aportando maneras de expresarse musicalmente del modo más creativo, y usando el hip-hop como guía.

La banda de rock progresivo brasileña, de gira por Latinoamérica
La banda en directo en el Teatro Oriente, Santiago de Chile, 2009 || Fuente: Flickr