La historia del arte, la pintura y los grandes maestros consiguen hacerse un hueco en todos los ámbitos, y el medio audiovisual no iba a ser una excepción. Son muchísimas las películas y series que se han servido alguna vez de las obras de grandes artistas, en ocasiones de manera sutil, y otras montando auténticas recreaciones. De este modo, la historia del arte, considerada por algunos como un mundo dedicado a un público reducido y especializado, se pone al servicio de las masas.

La pintura cobra vida
Algunas series de los últimos años han llevado a cabo auténticos homenajes a la historia del arte a través de representaciones. Así, actores y escenógrafos consiguen dotar de vida a imágenes que durante cientos de años se han visto ancladas en el estatismo. Leonardo o Botticelli fueron grandes maestros del Renacimiento. Pero el cine ha conseguido reinventar sus obras a través del movimiento, que a veces llega a cambiar por completo el sentido de las pinturas. Los Simpson están a la cabeza en cuanto a la plasmación de cuadros en televisión se refiere. Las veces en que la serie animada ha recurrido a la historia del arte son incontables.

Las series y el cine han logrado, de manera consciente o no, resucitar algo que en un principio muchos consideran anclado en el tiempo: la historia del arte. Las obras, la pintura, renacen con cada nuevo espectador que las contempla por primera vez. Además, mostrarlas en un medio que llega a una gran cantidad de público reaviva el interés de la sociedad por acercarse al arte. Hoy en día existen series que no sólo homenajean al artista y su obra, si no que llevan a cabo una recreación tan llamativa y extraordinaria como el original.

El cameo del arte en el cine
El cine ha representado y homenajeado al arte y la pintura de muchas maneras. No siempre han sido tan evidentes como una recreación literal. En muchas películas el espectador contempla famosos cuadros, incluso aunque muchas veces no sea consciente de ello. No se escogen obras al azar. Cuando una pintura aparece en un escenario de una película suele tener cierta implicación, o de alguna manera acompaña el tono de la escena.
Algunos ejemplos son evidentes, como el Joker de Jack Nicholson destrozando obras en un museo en la película Batman de Tim Burton. Destrroza todo lo que ve, salvo una pintura de Francis Bacon. Esta representa la pérdida de la cordura del Joker y el monstruo en que se convierte.

Cine de arte y artistas
Dentro del homenaje de los cineastas al mundo del arte no podía faltar la creación de películas dedicadas a contar la historia de artistas, o a los enigmas de ciertas obras que siguen intrigando a los historiadores.
Existe una variada gama de películas que narran la vida de grandes artistas y que acercan al público a su obra de una manera más personal e íntima. Lo hacen de modo que el espectador pueda tratar de entender el trabajo de un pintor teniendo en cuenta las circunstancias de su vida y la psicología del personaje. Por otra parte, el cine dedicado al enigma artístico se ha situado en lo más alto debido a la carga de misterio y conspiración que acompaña a estas historias.

En definitiva, el arte y la pantalla se dan la mano continuamente, normalmente con resultados de gran calidad. Esto provoca una retroalimentación en la cual ambos mundos se enriquecen, sirviéndose el uno del otro.