Festival Eñe 2016: La literatura sirve

El 4 y 5 de noviembre se ha celebrado la octava edición del festival Ñ en el Círculo de Bellas Artes de Madrid, una iniciativa liderada por la revista del mismo nombre. Como en fechas anteriores, el evento ha apostado por una propuesta accesible, diversa y desacomplejada en el tratamiento de lo literario. Frente a la torre de marfil de la alta cultura, el festival Ñ apuesta por una posición basada en lo cotidiano y lo generalista. Así, en el manifiesto que encabeza el programa de esta edición, la escritora Marta Sanz, directora del evento, habla de conectar a los lectores con la «literatura dominante» , aquella más comúnmente compartida, y ridiculiza al afán elitista de algunos citando a McLuhan en un guiño a la fantástica escena de Annie Hall que pone en evidencia al pedante que pontifica en la cola del cine.

La propuesta de acercarse y ponerse al nivel del público ha estado presente en las más de 40 actividades del festival: coloquios, “triálogos”, mesas redondas que se han sucedido en el marco de un CBA refugio para los «letraheridos» ante la persistente lluvia del otoño madrileño. Los eventos han sido breves, poco estructurados, dedicados sobre todo a la discusión libre de sus participantes. El público ha respondido con una afluencia correcta, dadas las inclemencias del tiempo, y con una sana heterogeneidad en edad, género y perfiles sociales.

El viernes 4 la ponencia inaugural ya hizo gala de una voluntad pretendidamente informal, al proponer una charla sobre las relaciones entre cine y literatura: Manuel Gutiérrez Aragón, Vicente Molina Foix y Paula Ortiz compartieron el concepto cinematográfico de fotogenia del personaje.

Los encuentros entre disciplinas han sido recurrentes. Las artes plásticas, con performances como la pintura autobiográfica ejecutada por Paula Bonet y Sara Morante sobre textos de Sergio del Molino. El teatro, que se ha discutido y representado, como cierre de los dos días, a través de propuestas arriesgadas, como el Versex de Luisgé Martín, Fernando Marías, Espido Freire y Raquel Lanseros, o el intimista colofón del festival a manos de Patricia Rivadeneira, que introdujo también el elemento cinematográfico.

Pero sobre todo, la música y la literatura, que se han ido encontrando a menudo: de la lectura musicada de fragmentos de la novela Rayos del escritor Miqui Otero, al actual debate entre Benjamín Prado y Jesús Ruiz Mantilla sobre el Nobel de Dylan. Polémica clásica ya, esa de si una canción sin música deviene poema, o al texto musicado le cuesta llegar a sonar bien. Hablaron de ello David Villanueva, Carlos Zanón, Fran G. Matute , Miqui Otero, y Christina Rosenvinge que se atrevió a zanjar la discusión con la lectura de uno de sus temas inspirado en un verso de Luis Cernuda.

El músico David Villanueva interpreta una canción basada en un poema del poeta canario Félix Francisco Casanova.
El músico David Villanueva interpreta una canción basada en un poema del poeta canario Félix Francisco Casanova. || Fotografía: Inma Martín

LITERATURA Y GÉNERO(S)

Que el «género» como propuesta estanca y taxonómica es una definición agotada lo pusieron de manifiesto sobre todo los propios autores y autoras.

Así, el viernes, Lorenzo silva, Berna González Harbour y José C. Valés intentaron jugar con los opuestos de la novela rosa y negra, apostando rápidamente por la segunda y dedicando su triálogo a escudriñar los mecanismos de composición de la obra, los decálogos que incumplir y la facilidad del homicidio.

El sábado, los cuentistas Sara Mesa, Jordi Nopca y Oscar Esquivias reivindicaron la validez y complejidad del mal llamado «género chico» .

Mesa redonda sobre el cuento. || Fotografía: Inma Martín
Mesa redonda sobre el cuento. || Fotografía: Inma Martín

La precisa y didáctica Laura Freixas invocó al espíritu de Rosa Chacel y Colette, entre otras, en busca de las madres simbólicas que , a diferencia de otros campos, brinda la literatura. Y, siguiendo en el enfoque de género (a secas, no el literario) Cristina Fallarás, Gabriela Wiener y Peio H. Riaño plantearon otra conocida dialéctica: pornografía- erotismo y, en ella, la presencia de la mujer como objeto.

EL LIBRO EN LAS MANOS

Varias actividades giraron en torno al sector de la edición . Una de las mesas redondas estrella fue liderada por el veterano editor de Anagrama Jorge Herralde frente a dos exponentes de las nuevas editoriales independientes y emergentes de nuestro país: Impedimenta (Enrique Redel) y Errata Naturae (Irene Antón): Los tres estuvieron de acuerdo en la importancia del valor de un buen catálogo sobre los autores de éxito y se visibilizó el difícil equilibrio entre la rentabilidad y calidad .

PUENTES ENTRE LECTORES, EDITORIALES Y AUTORES

Una de las voluntades del festival ha sido sin duda impulsar el acercamiento entre estas tres patas de la literatura actual. Editoriales pequeñas han tenido un espacio físico, en el llamado chill out, muy concurrido por cierto, para la exposición de su catálogo.

Asimismo, la actividad «Cuatro editores en busca de autor» a modo de los conocidos speed meeting en que un emprendedor busca inversor, ha ofrecido el tiempo de cuatro profesionales a aquellos autores con un proyecto inédito que publicar.

Festival Ñ ha tenido clara la ecuación central: autores-editores-público. La variedad de contenidos ha resultado sin duda estimulante aunque la aproximación ha funcionado más a modo de una suerte de aperitivo que de un plato con más peso. Muchas opciones pero insuficientes para conseguir profundizar en las temáticas. El formato de las charlas, muy basadas en la opinión y la experiencia propia de los participantes, a menudo ha generado discusiones superficiales. La clara y buscada independencia del mundo académico ha evitado, sin embargo, la fundamentación teórica que ayuda a ser crítico en un área de conocimiento. En todo caso, es valorable el esfuerzo de un evento que rompe prejuicios y acerca la literatura al gran público. Porque parafraseando a Marta Sanz:

“La literatura piensa y nos piensa. Estimula el pensamiento. Da placer”

Por eso sirve.

Festival eñe
Público del festival || Fotografía: Inma Martín
Inma Martín Alegre

Lectora impenitente, escribo poesía y relatos cuando venzo la pereza. Hace años me licencié en Psicología. Llevo a ritmo tranquilo el grado de Estudios Literarios. Mediterránea, lletraferida y residente en Madrid. <a href="http://nosiemprerima.com">www.nosiemprerima.com</a>