Augusto Ferrer-Dalmau: «Mi estilo no entra dentro de la filosofía del Bellas Artes»

Si Augusto Ferrer-Dalmau hubiera nacido en pleno siglo XVI o XVII hubiera sido sin duda alguna pintor de la corte, pero para desgracia de ellos y suerte de nosotros ha nacido en nuestra época. Con cierta duda me responde que no sabe si ha creado un movimiento, lo que sí sabemos es que se ha atrevido sin complejo alguno a retratar la historia de España tal y como es: historia. ¿Quieres un cigarro?, me pregunta. No, gracias, lo dejé hace unos meses, le, era uno de los vicios que no quería dejar, ¡es uno de los placeres más bonitos de la vida joder!, le contesto. Me muestra una mesa en la que ha incorporado un rifle me explica lo siguiente: “la mesa es de Ikea, una mesa normal, de hierro, la corté las patas y para aguantar el cristal he puesto este Remington de caballería. Queda chulo».

Augusto Ferrer-Dalmau ||  Vera Martín Zelich
Augusto Ferrer-Dalmau || Vera Martín Zelich

Entrevista Augusto Ferrer-Dalmau

Me dijiste que trabajas por la noche, ¿verdad?

Tengo el horario cambiado, la noche es más tranquila y tiene más magia.

Más bohemio.

Sí, (risas) además me inspiro más. Siempre he sido más noctámbulo que diurno, muchas veces veo amanecer y continúo trabajando.

¿Cuánto tardas en configurar un cuadro?

Un boceto pueden ser dos o tres días. Si se trata de un cuadro más grande pues un mes, dos o tres… depende, por supuesto, de la envergadura.

¿Te consideras un pintor realista?

Sí, soy realista. No hiperrealista.

 ¿Estilo Antonio López?

Antonio López fue la fuente principal cuando me metí en la pintura, de hecho, empiezo en base a la obra de Antonio López. Cuando vi el cuadro de la Gran Vía fue un impacto grande y me dije que tenía que hacer ese tipo de cosas, para entonces era diseñador textil, pero era lo que quería hacer… Me dije: “yo quiero hacer esto”.

Al pintor se le solía encasillar en un movimiento pictórico, ¿esto sigue sucediendo?

No, ahora cada uno va por libre.

Es todo mucho más anárquico.

No se necesita un movimiento como tal. Antonio López fue hiperrealista, más tarde salió un híper hiperrealismo que era prácticamente una copia de una fotografía exacta y de esto ya pasas a artistas conceptuales… No hay una tendencia definida.

Fernando Vicente en una entrevista me dijo que había mucha tontería en el arte moderno. ¿Tú qué opinas?

A ver, es como todo, a mí me gusta la música clásica, me gusta oír un concierto, pero puede no gustarme el sonido de los tambores, por ejemplo. Yo valoro lo difícil, lo complicado. Cuando veo una cosa moderna que lo puede hacer mi hijo, no lo valoro.

Pero el arte abstracto parece sencillo en cuanto a la técnica o incluso el propio Picasso en su faceta cubista.

Pero Picasso fue más un movimiento, él mismo crea el movimiento cubista. Para mí el arte son cosas difíciles, un músico que toque la guitarra bien, eso, eso es arte… cualquier cosa complicada lo es.

Entonces, no todos podemos ser pintores o artistas por mucho que nos esforcemos.

Se puede ser pintor, pero insisto en que yo valoro más lo difícil, lo complicado y elaborado. Lo que digo “¡ostras se lo ha currao!”, impacta. Es la diferencia entre ver una buena película o a un tío grabando con el móvil.

Hablando de películas… ¿la pintura o escultura recibe subvenciones como el cine?

No, (risas) nada. Yo no.

¿Por qué cine sí y pintura o escultura no?

Ostras, pues… la verdad es que no lo sé. Nunca me había, ni me habían hecho esta pregunta… (reflexiona) “¿por qué unos sí y otros no?”

¿Os sentís infravalorados?

Pues no lo sé, al fin y al cabo, somos todos artistas, ¿no? (se pregunta en tono sarcástico). El cine español salvo Torrente y cuatro películas que hacen sonreír… el resto no lo veo. Me gustaba muchísimo Berlanga.

Gracias a Dios y a Berlanga.

Todas las películas de Berlanga me las he chupado, La Vaquilla, La Escopeta Nacional… Eran obras de arte. Disfrutabas de arte y te entretenían, además con actores de primera fila. Voy al cine a imaginarme cosas y salir contento, no triste.

¿Por qué al óleo?

Porque le da sabor a la pintura, envejece bien. Se va oxidando y con los años va mejorando, se contrasta mejor que con los acrílicos a los que yo no he encontrado el punto.

Fernando Vicente me dijo que la mezcla era más fácil.

Sí, es más rápido, más ágil. Se mezcla con agua y no con disolventes. La textura del óleo y el resultado final de los colores me gusta más.

¿La pintura actual sigue siendo al óleo?

Sí, sí, el óleo sigue en marcha.

Augusto Ferrer-Dalmau || Vera Martín Zelich
Augusto Ferrer-Dalmau || Vera Martín Zelich

Técnica que nunca muere…

Es como hacer un jarrón de cerámica o hacerlo de plástico.

¿Cómo se produce el salto a la temática militar?

Son cosas que te gustan desde pequeñito, me gustaban los soldaditos y jugaba a mis batallas con los Maldeman. Yo era de los que en el patio jugaba con soldaditos y no jugaba al fútbol. Siempre me han llamado mucho la atención las películas de guerra, del oeste y John Wayne.  Soy un entusiasta de lo militar desde que tengo uso de razón, entonces cuando me adentré en la pintura vi la oportunidad de hacer lo que me gustaba que era la pintura militar. Me dije vamos a por ello y es muuuy difícil.

¿Has creado un movimiento?

Tengo la sensación de que antes que yo la pintura militar sólo estaba en el mundo de los ilustradores, pero no en el de las galerías. He expuesto en muchas galerías de arte pintura militar y ha gustado mucho. Es algo así como una corriente nueva, en este aspecto por ejemplo Pérez-Reverte me tituló como “el pintor de batallas» porque no había otro y alguien tenía que hacer ese papel y reconstruir la historia.

De todas formas, en el siglo XVI, XVII sí podíamos apreciar todavía pintura bélica, luego nos volvimos más “pacifistas”.

Los artistas que yo conozco tampoco son personas a las que les guste el mundo militar. Les gusta la pintura bonita, los colores, los paisajes, pero no tienen esa inquietud militar. Coincidir que te guste lo militar con saber pintar no es fácil, aparte de que a mí me gusta la historia.

Te documentas históricamente.

Mucho, mucho. Me lleva muchísimo tiempo la documentación.

Cometer un fallo histórico…

(Resopla) Bufff…. Recibiría críticas por todos lados. Me asesoro con gente muy buena y pongo el nombre de los asesores detrás. Me ayudan muchísimo y su trabajo es tan importante como el mío.

¿Es complejo retratar la historia de España?

Es complejo, complicadísimo. Hay tantas y tantas historias que contar que no sé por dónde empezar, tengo temas hasta que muera. Veinte vidas…

Bajo mi punto de vista, prefieres retratar la amargura, el desgarro.

La realidad, plasmo la realidad. Yo he sido soldado, he estado de maniobras y sé cómo se sienten los soldados. Cuando pinté El milagro de Empel me imaginaba un barrizal, la gente jodida y pasándolo mal. Yo lo he vivido en ésta época, en el siglo XX, pues imagina como sería aquello hace siglos. Los pintores de batallas antiguos no plasmaban la realidad ya que eran contratados por reyes. Cuando los veo digo… ¡Joder, que bonitos! ¡Ni de coña! ¡Ni de coña era así! (risas)

Augusto Ferrer-Dalmau || Vera Martín Zelich
El milagro de Empel // Augusto Ferrer-Dalmau

Todo muy pulcro y sin barro…

Insisto, ¡ni de coña! (risas)

¿Pintar la realidad histórica te ha creado problemas? Echando un vistazo he visto que has pintado a la División Azul o a falangistas.

No, porque estos cuadros han sido privados. He pintado cuadros de la guerra civil a modo particular que luego han corrido por la red. La guerra civil es un tema que me resisto a pintar hasta que no se deje de usar como arma arrojadiza o política y me gustaría porque hay batallas muy bonitas. Pérez- Reverte me sugirió hace poco pintar temática de la guerra civil. ¡Eran soldados españoles joder! Y fueron tan valientes o más como los que estaban en frente, pintar sólo soldados españoles luchando. No quiero entrar en esta polémica hasta que no aparten de una vez por todas la guerra civil, como hago con las guerras carlistas y no pasa absolutamente nada.

Tienes un cuadro de un Quijote vestido de carlista, me tengo que hacer con él.

(Risas) Las guerras carlistas las puedo y he pintado, tanto carlistas como liberales y no ha pasado absolutamente nada. Pero si pinto ahora al bando republicano o al bando nacional habría problemas. Estoy aburrido de que me hablen de la guerra civil, por el amor de dios si vamos camino de un siglo por favor…

Pérez-Reverte ha estado acertado con el libro.

Yo pienso que sí, además muy imparcial. Lo he leído y me ha parecido muy imparcial, ha retratado lo bueno y lo malo. Se ha basado en los hechos y que cada uno saque sus propias conclusiones, pero insisto estoy muy cansado. Me gustaría pintar porque hay hechos y batallas espectaculares y hechos heroicos de los dos bandos.

Ten cuidado, si tenían pensado ponerte una calle a lo mejor te quedas sin ella.

(Risas) ¿A mí? ¿una calle? Una calle en la vida.

Hablando de Pérez-Reverte, te pone por las nubes ¿qué le das?

Yo creo que hablamos el mismo idioma, con Arturo tengo amistad de muchos años y me llevo muy bien. Cuando nos juntamos hablamos de historias y esas cosas.

Le he leído decir sobre ti que no tienes miedo por recuperar nuestro pasado, ¿estás de acuerdo?

No tengo ningún complejo, a veces me dicen que soy políticamente incorrecto porque pinto cierto tipo de cosas, pero me da igual.

¿La pintura puede ser política?

Sí, completamente. A mí me han acusado de todo por pintar soldados.

¿Tu pintura es de derechas?

No, es historia de España. La historia de España no tiene derechas ni izquierdas. Parece ser que a la gente que nos gusta el ejército, películas bélicas y éste tipo de cosas somos gente con la que hay que tener cuidado. A mí no me gusta el fútbol, lo siento que voy a hacerle… Nos tachan de belicistas, pues no, no lo somos.

En 2010 te exilias de Cataluña ya que según palabras tuyas “te sentías muy catalán y muy español pero muchos catalanes estaban hastiados”.

Sí, yo estaba muy cansado de la polémica del nacionalismo y de discutir con gente. Me siento muy español y me siento muy orgulloso, no tengo ningún complejo y me encanta ser español. Creo que como en España no se vive en ninguna parte del mundo y me siento orgulloso de lo que somos y de dónde venimos. Discutir sobre esto con la gente cansa… y dije “¿Sabes qué? ¡Que os den, yo me largo de aquí!” pero lo digo bien alto. Yo he discutido con amigos, amigos que han dejado de ser amigos por este tema, gente normal como tú y como yo, gente culta y de un nivel intelectual alto, economistas que saben lo que representa el nacionalismo y el coste económico que supondría para Cataluña. Han sido tantos años de machaqueo que al final se lo tragan. Yo les digo que vayan a Madrid, Salamanca o Sevilla por ejemplo y que vean que la gente que hay allí son la misma que la que hay en su barrio.

Augusto Ferrer-Dalmau || Vera Martín Zelich
Augusto Ferrer-Dalmau || Vera Martín Zelich

¿Has pintado historia catalana?

Sí, he pintado las guerras carlistas catalanas y a sus tropas.

Supongo que no estarán muy contentos.

A mí me deja bastante tranquilo porque me apellido Ferrer-Dalmau… ¡Qué me van a decir a mí! ¿Qué no soy catalán? ¿Qué voy contra Cataluña? No, yo no voy contra Cataluña. Con un nacionalista catalán puedo discutir, pero al final se resume en un tema económico, te dicen que pagan muchos impuestos, sin embargo, cuando hablo con un nacionalista de nueva generación utilizan el tema emocional, sentimental y es un tema en el que yo no quiero entrar. Soy catalán y me siento como un catalán, no acepto que me quieran vender la película de que los catalanes somos diferentes.

¿Qué futuro depara a Cataluña?

¡Ostras, estoy preocupado! Ya no miran las cosas con razonamiento, las miras desde un punto de vista emocional.

¿Y culturalmente?

Pues complicado. La gente extranjera que venía a estudiar a Barcelona lengua española ya no irán. La propia influencia cultural que podían aportar los extranjeros pues se va a perder. Si vienen a aprender español y en Cataluña no se habla, pues evidentemente no vendrán.

Además, el enriquecimiento cultural que supone hablar varios idiomas.

¡Es que es eso! No puedes renunciar a uno de ellos. Además, el español es uno de los idiomas más importantes del mundo. Hay que ser realistas, el catalán prácticamente no se usa ni en Internet. Hay provincias de Cataluña donde el castellano casi no se habla ahora mismo. Se hizo un gran esfuerzo porque en los pueblos alejados de las provincias se aprendiera español, muchos de ellos luego serían industriales y grandes empresarios que gracias al castellano pudieron salir fuera. ¿Dónde vas sólo con el catalán? Por el amor de Dios es un atraso de un calibre… Espero que con el tiempo se den cuenta.

Sí, pero al final es la población quien les coloca…

Es que estamos hablando de dos generaciones de machaqueo diario. Al final, la gente se cree el mensaje. He discutido con amigos míos muy capaces y les preguntaba si de verdad se sentían diferente a un tío de Sevilla… Pero si te apellidas García. Lo que más me irrita y lo digo muy alto y claro es que éstos mismos hijos de inmigrantes de otras partes de España quieran cerrar las fronteras a sus hermanos, primos, parientes. Si tú pudiste llegar libremente a Cataluña, ¿por qué quieres cerrar ahora las puertas a los demás? Eso, eso, se llama miseria moral.

¿De dónde proceden tus apellidos?

Pues mira, Dalmau de los tiempos de los romanos, Dalmatius, fue un noble romano y es de los apellidos más antiguos de Cataluña. Ferrer de la reconversión de los judíos en cristianos.

Catalán viejo.

(Risas) Sí, exactamente

Augusto Ferrer-Dalmau || Vera Martín Zelich
Augusto Ferrer-Dalmau || Vera Martín Zelich

Cuéntame algo de tu experiencia por Afganistán.

He estado dos veces.

Nos han contado varias versiones y tengo curiosidad… ¿Era una guerra o no?

Era un pedazo de guerra. La zona de los españoles, que estaba en la zona norte, era más tranquila pero los americanos y georgianos que estuvieron en la zona sur… Aquello era mucho más jodido. Nosotros estábamos más en una misión de ayuda y cooperación, pero los americanos no. A los pocos días de llegar allí mataron a un general americano dentro de nuestra base. Es jodido, es guerra, además nada más llegar lo notas, huele a guerra, se nota en las caras y en la tensión que hay. No estaban para bromas, nada que ver con la mili (risas).

Retrataste población civil afgana.

Sí y también hice una exposición del ejercito georgiano que está en el Museo Nacional de Georgia en la sala Ferrer-Dalmau.

¿Cómo fue eso?

Me contrató el gobierno georgiano para hacer una exposición sobre su ejército.

¿Tienen reminiscencias en el ejercito de la época soviética?

Me trae un libro sobre la exposición… No les hables de soviéticos porque están un poco hasta el gorro. Se ha descubierto que el tema de pintar la guerra es más amable, los americanos tienen un departamento de comunicación dedicado a artistas de guerra. Ellos han descubierto que, haciendo exposiciones sobre sus soldados, sobre lo que hacen, resulta más amable de cara al público, van niños, van madres y lo ven un poco diferente. Los georgianos hicieron un poco eso para demostrar lo que hacían en Afganistán, eso, y que son aliados de la alianza atlántica.

¿Alguna anécdota de Afganistán?

Hay tantas cosas que me han pasado, de todo… No me han llegado a disparar, pero he visto de todo. Nos enseñaron los americanos a usar el arma porque ellos parten de la idea de que no están allí para defenderte, estás allí y si te pasa algo es bajo tu responsabilidad, te buscas la vida. Me enseñaron a manejar el arma y no te voy a engañar, me encantó (Risas).

Augusto Ferrer-Dalmau || Vera Martín Zelich
Augusto Ferrer-Dalmau || Vera Martín Zelich

Por cierto, tienes más galardones militares que un general.

(Risas) Colaboro con ellos… Me han dado medallas aquí y en el extranjero. Las medallas tampoco tienen tanta importancia, sí, me hacen ilusión y tienen su reconocimiento, pero dinero no te dan…

 No hay subvención.

(Risas) No, no tengo subvención, pero sí mi medalla.

¿Aspiras a ganar algún día el Bellas Artes?

No, además en Bellas Artes no tengo cabida.

¿Por qué?

No sé…  No tengo mucha relación con Bellas Artes, nunca me han llamado, ni me han dicho nada.

Un proscrito.

Creo que mi estilo no entra dentro la filosofía del Bellas Artes.

No sabía que tenían filosofía.

Pues yo tampoco, pero a mí jamás me han llamado. Cuando veo lo que se mueve allí veo que no tiene nada que ver con lo que yo pinto. No tengo ningún tipo de vínculo, voy por libre, tampoco me relaciono. Hago lo que me da la gana y me dejan tranquilo, de vez en cuando se meten conmigo o alguien me tacha de ultra o militarista, pero me da igual vivimos en un país libre y puedo hacer lo que quiera.

Tienes espadas suficientes…

(Risas) Sí, espadas y sables.

Augusto Ferrer-Dalmau || Vera Martín Zelich
Augusto Ferrer-Dalmau || Vera Martín Zelich