La infancia, esa tierna y corta época de la vida por la que debe pasar toda persona. Numerosos estudios afirman que las experiencias que uno vive de pequeño serán las que condicionen su vida en el futuro. Se ha demostrado que los hijos de padres que maltratan a sus parejas han acabado siendo maltratadores, o los niños que han sufrido bullying han acabado acosando a otros niños.

Tampoco es bueno robarle la sensación de ser niño a un individuo porque esto puede llevar a un estado de revelada y a un desequilibrio emocional. En la industria del cine estos casos se cuentan con bastante frecuencia.
Trabajar muy pronto arruina vidas
Ya sea porque no saben gestionar la fama o porque han terminado explotando y revelándose contra todo lo que se les ponía por delante a causa de la presión recibida, algunos niños que aparecieron en la gran pantalla han acabado estropeando sus vidas tiempo después. La entrada de un infante en escena provoca una sensación de ternura en el público.
Sin embargo no se paran a pensar que al estar ahí el pequeño está perdiendo horas de juego y de socializar con otros niños. Ya no será una persona normal. No tendrá una vida como los demás.
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Casos como los de Macaulay Culkin o Lindsay Lohan son muy conocidos. Niños que llegaron a la cima de la fama y años después terminaron teniendo problemas con la justicia. Pero hay muchos más. Uno de los causantes de la caída en desgracia de estas pequeñas estrellas es el acceso a las drogas. Por ejemplo, la actriz Drew Barrymore empezó a consumir estas sustancias con tan solo trece años. Sin embargo consiguió encarrilar su vida a tiempo.
También puede pasar que un chico sea objeto de burla a causa de interpretar a un personaje. Esto mismo le pasó a Jake Lloyd (el niño que interpretó a un joven Anakin Skywalker en Star Wars: La amenaza fantasma). Sus compañeros de clase se burlaban de él y esto lo llevó a sufrir una fuerte depresión que derivó en problemas mentales. Además entró en la cárcel en 2015 por exceder los limites de velocidad al volante. Actualmente se encuentra retirado de la actuación y está ingresado en un hospital psiquiátrico.
Disney, de mundo de los sueños a mundo de las pesadillas
La mayoría de los menores que aspiran a convertirse en estrellas del celuloide han pasado por la empresa ¨donde los sueños se hacen realidad¨, pero esos sueños acaban siendo las peores de sus pesadillas. Disney es el trampolín que lanza a los más pequeños a lo más alto. Son los inicios de todo actor o actriz que se precie.
Siempre se suele decir que ¨quien quiere algo, algo le cuesta¨, pero en el caso de la casa de Mickey Mouse se toman extremadamente en serio ese dicho, no solo porque roban la infancia a sus pequeñas estrellas sino porque les obligan a ser perfectos.
Ese nivel de perfección llega a niveles tan extremos que tarde o temprano esos niños acaban explotando y revelándose contra el encorsetamiento al que les tiene sometidos. Eso mismo le pasó a Miley Cyrus, quien en 2013 se desvinculó de su angelical imagen a base de comportamientos provocativos. Aunque en los últimos meses ha vuelto a ser la que fue en un principio. Pero estas consecuencias también afectaron a otras exestrellas de la casa como Joe Jonas.
La obsesión de Disney por la perfección no es algo nuevo. Pasa desde que se constituyó como empresa y empezó a incluir a jóvenes talentos entre sus filas para explotar todo su potencial.
El primero que se conoce fue el de la actriz Doreen Tracey cuando participaba en el programa The Mickey Mouse Club en 1954. La interpreté llegó a declarar que sufrió heridas en el pecho debido a las camisetas tan ajustadas que los responsables del programa les ponían para ocultar su desarrollo corporal.

Cualquiera se merece tener una vida digna, poder vivirla y disfrutarla como quiera sin que nadie pueda decirle u obligarle a hacer algo en contra de su voluntad. Los niños son simplemente eso, niños. Hay que parase a pensar en que los primeros años son cruciales en la formación de todo ser humano. Si se le arrebata la infancia a un niño se le anula como persona.