‘Historia de Nuestro Cine’… Gracias

Cuando uno piensa en una televisión pública de calidad y prestigio, automáticamente le viene a la mente la BBC inglesa. Lógico, lo es. Y tiende a desear que en España hubiera un ente público similar. También normal. Pero en este caso con un atenuante. Televisión Española tendrá los defectos que se quiera, pero tiene desde hace un tiempo una virtud enorme, al menos su segunda cadena, La 2. Se trata del cariño con el que trata al cine de nuestro país. En eso le da sopas con honda no solo a la BBC, sino a cualquier otra televisión, pública o privada, del mundo.

Porque al clásico Versión Española que presenta Cayetana Guillén Cuervo los domingos, se le unió en mayo de 2015 lo que para muchos es la joya de la corona de la cadena. Se trata de Historia de Nuestro Cine.

De lunes a viernes toca cine español

Para el que no lo conozca, este programa consiste en algo tan simple, pero que hasta ahora parecía imposible, como emitir de lunes a viernes en horario de máxima audiencia ¡una película española! Y haciéndolo siempre de una forma rigurosa y ordenada. Cada semana está dedicada a un tema en concreto —a veces hilado con más imaginación de la imprescindible, pero nadie es perfecto— y cada día se emite una película de una época determinada. Así, los lunes están dedicados a las décadas del 30 y 40, con todo el trabajo de búsqueda en archivos y filmotecas que ello requiere, y así sucesivamente hasta llegar al viernes con films de los 90. De los del 2000 hasta nuestros días se ocupa Cayetana los domingos.

Luis E. Pares, entre otros, junto a Elena S. Sánchez en un debate de los viernes || Fuente: youtube.com

Por si fuera poco, cada película va precedida de una introducción cinematográfica e histórica. Es llevada a cabo por la presentadora Elena S. Sánchez —estupenda profesional que también presenta Días de Cine en la misma cadena— en una breve entrevista con alguno de sus colaboradores. Entre estos se encuentran Javier Ocaña, crítico de El País, y Luis E. Parés. Este último es historiador cinematográfico y coordinador del programa, aparte de actor ocasional. Actuó en una de esas joyas olvidadas a las que tal vez se haga justicia en décadas futuras si el programa sigue en pie, Los exiliados románticos (2015) de Jonás Trueba.

Todo ello se completa los viernes con un coloquio más largo acerca del tema semanal que en muchos momentos recuerda, por la sabiduría de los contertulios, al programa de Jose Luis Garci. Sin humo, eso sí. Pero con mucho conocimiento cinematográfico y muchas ganas de enseñar y hablar sobre cine.

Cinefilia didáctica para todos los gustos

Porque este programa es fundamentalmente didáctico. Trata de mostrar no tanto lo que ya se sabía del cine español, sino lo desconocido de éste.

Y es que cualquiera puede poner un día en la tele los clásicos de Berlanga, como El verdugo (1963). Y ellos lo hacen. Pero también son capaces de hablar del simbolismo que encierra el último plano de ¡Vivan los novios! (1970), obra menor del mismo director. Y todo cinéfilo sabe que Carlos Saura era un monstruo del cine gracias a obras como La caza (1966) o Peppermint Frappé (1967). Pero muchos, muchísimos, no sabían que en la misma época había otro maestro como Francisco Rovira Beleta, que hizo Los Tarantos (1963) o Los Atracadores (1962), piezas importantísimas de nuestro cine. Gracias a Historia de Nuestro Cine, ahora lo saben.

Porque van más allá. Siempre. Gracias a ellos se ha visto que en los 50 aquí se hacían modélicas películas policíacas, como Murió hace quince años (1954), de Rafael Gil o Distrito Quinto (1957), de Julio Coll. En éste último film, uno se puede dar cuenta, además, de dos cosas muy curiosas. Una es que Reservoir Dogs (1992) es sospechosamente parecida. La otra es que Arturo Fernández de joven era buen actor.

Alberto Closas y Arturo Fernández, duelo de titanes en Distrito Quinto || Fuente: youtube.com

También enseña a tratar al cine patrio en su justa medida, algo que no siempre se hace, ya sea por prejuicios ideológicos o por la eterna manía española de creer que todo se hace mal. Por ejemplo, viendo la película Usted puede ser un asesino (1961), que no está ni de lejos entre lo más granado de nuestra filmografía, uno se imagina la consideración que tendría si, en vez de hacerla Forqué y López-Vázquez, la hubieran hecho Wilder y Lemmon. País…

Por todo ello, larga vida a Historia de Nuestro Cine. Y, sobre todo, GRACIAS.