Abriendo bocas. Así es como ha empezado el Teatro Real la temporada 2018/2019, provocando diferentes reacciones con un clásico como el Faust de Charles François Gounod que ya había visto el Real en 1865 y que ha vuelto con una puesta en escena rompedora, como no podía ser de otra manera, de la mano (mente) de la Fura del Bauls.

No es de extrañar puesto que el Teatro Real parece haberse marcado como objetivo romper moldes sin olvidar a los clásicos, y esta temporada no iba a ser diferente. Los carteles que decorarán la fachada de la ópera de Madrid abarcarán desde clásicos verdianos, pasando por Wagner y sin olvidar grandes nombres del panorama actual de la ópera. Un antes y un después de un arte que, a pesar de lo que se pueda pensar, no deja de evolucionar, ni de recrearse.
Tras el estreno faustiano inaugural, el escenario acogerá la obra de Kaija Saahariano, una de las compositoras con más renombre de la ópera actual que lleva a la escena un libreto firmado por Ezra Pound y Ernest Fenollosa. Estrenada en Ámsterdam, coproducida por el Real y que estará dirigida por ya un asiduo para los amantes de la ópera de Madrid: Ivor Bolton. De hecho, él también será el encargado de dirigir otras dos obras de la temporada: Imeneo, re di Creta de Mozart y La Calisto de Francesco Cavalli. Y es que aunque la innovación sea una meta constante de la temporada 2018/2019, también se podrá asistir a dobletes y hasta tripletes de compositores como Giuseppe Verdi que este año tiene hasta tres títulos: Falstaff, Il Trovatore y, como colofón a la temporada, tres única sesiones de la versión concierto de su Giovanna D’Arco.

Y entre clásicos están las apuestas, ya que un contemporáneo alemán del músico de Sant’Agata encuentra también las puertas abiertas para la primera parte de su tetralogía. Das Rheingold. Richard Wagner titulaba así la primera de las cuatro óperas que componen su El anillo del Nibelungo, con la que el Teatro Real dará la bienvenida al 2019.
Para la despedida del 2018 no se podían olvidar de Giacomo Puccini, en este caso la seleccionada es Turandot, imposible olvidar el éxito que ya obtuvo el Teatro Real con Madame Butterfly. Sigue apostando sobre seguro.

Estreno absoluto y apuesta nacional será Je suis narcissiste, de la compositora española Raquel García-Tomás, una ópera bufa que se disfrutará en cuatro sesiones, esta vez, en el Teatro Español. Se trata de la primera colaboración entre ambos teatros madrileños.
En marzo, con la llegada de la primavera, llegan también nuevas puestas en escena como la que el público podrá disfrutar de Sasha Waltz en su reinterpretación de Dido & Eneas, tal y como anuncia el propio teatro. Tras un aperitivo para abrir bocas, un único plato será servido con la Agrippina de Händel, programada para el 16 de mayo como sola fecha de realización. Un menú muy variado que también incluirá un título de ya aclamado y habitual Benjamin Britten.

Aperitivos nacionales, estrenos mundiales, postres clásicos y nuevos títulos que abrirán estómagos y, seguramente, más de una boca dejarán abierta. El Teatro Real ha preparado, una vez más, una buena carta, ahora toca que el público se dedique a degustar.