La primera toma de contacto del viernes vino de la mano de Residente, vocal del grupo Calle 13, en el primer escenario, Torremar. El artista puertorriqueño tomaba el testigo dejado por La Pegatina, quienes no defraudaron con su animado directo, manteniendo el nivel de expectativas entre los asistentes. Los momentos más esperados se dieron cuando sonaron los temas clásicos de Calle 13 como «Atrévete», «Muerte en Hawaii» o «No hay nadie como tú».
Los nervios llevaban un buen rato a flor de piel y tras Residente había que cambiar de escenario para ir preparando el cuerpo ante la actuación más esperada de la noche: The Prodigy.
Una de cal y otra de arena
Se podría decir que dejó un sabor agridulce. Comenzaron fuerte, con el reconocido «Breathe», pero en resumen fue una actuación caracterizada por varias pausas, temas a medio camino, la ausencia de otros tantos clásicos que el público esperaba y una corta duración de poco más de una hora. El sonido fue otro de los puntos flacos. Con una banda de estas particularidades la calidad y la nitidez absolutas deberían estar garantizadas.
The Prodigy
A su favor hay que decir que en ningún momento dejaron de animar y darlo todo en el escenario. Para quienes fuera su primera vez con The Prodigy, es probable que se dieran por satisfechos. Además, posiblemente vaya a ser el concierto con más asistencia del festival, a la espera de Estopa. Las imágenes aéreas proporcionadas por un dron eran espectaculares.
Monopolio del Tech-house en el escenario Sunrise
Con The Prodigy finalizado, tocaba el turno del escenario Sunrise San Miguel donde hubo un claro dominador en toda la noche, el género Tech-House, una vertiente tropical y refrescante de música electrónica. Eats Everything y, tras él, Nic Fanciulli, descargaban sus continuos ritmos bailongos con los que era imposible parar de bailar.
Ambiente en el escenario Sunrise
Hubo tiempo de recorrer el resto del recinto a modo de descanso y comprobar en la distancia los ritmos de Dellafuente y Maka, en ese momento en el escenario Torremar, que alternaban el flamenco con el rap e incluso con el reggaeton.
Tras la pausa, regresamos al escenario Sunrise justo para ver al americano Seth Troxler, peso pesado que tiene a sus espaldas los mejores festivales de música electrónica del mundo. Se atrevió a finalizar la sesión con unos ritmos mucho más contundentes y devastadores.
Entre bastidores pudimos comprobar su constante buen humor y sobre todo su amabilidad, ya que no dudó en fotografiarse con nosotros.
El escenario Sunrise hace honor a su nombre
Antes del cierre, nueva visita al escenario Torremar donde Dimension ponía la tónica Drum&Bass de la noche, y parte del día, ya que comenzaba a amanecer.
Para finalizar la jornada, se presentaba el malagueño Cuartero, quien jugaba en casa como titular. Muy querido y aclamado entre el público. Alternó el Tech-house que se venía dando durante toda la noche con temas House muy veteranos y acertados para delicia de los oyentes. Con el resto de escenarios apagados, sólo quedaba que Cuartero pusiera fin con el sol como un asistente más. El resultado fue una de las mejores sesiones del día.
Con otro capítulo cerrado, ponemos la mirada en Estopa y en la última etapa del Weekend Beach Festival, con el que ya podemos asegurar el éxito de la edición 2017.