Luis Alberto de Cuenca: «En España cada vez se ha ido adelgazando más la educación»

Me dice que le dé al play de mi grabadora, que toda esta conversación que estamos manteniendo desde el momento en que hemos entrado por la puerta va por un grato sendero y suelen sacarse cosas interesantes. Lástima… me temo que esa introducción quedará entre el Premio Nacional de Poesía, Vera y yo. Me pregunta si ha sido fácil nuestro viaje, que de dónde viene el nombre de nuestra revista y se confiesa amante de Tintín y de varios superhéroes de la Marvel, sin saber que el que tiene enfrente es otro gran admirador del “hijo” de Hergé. Yo también comparto su tintinasción -le digo-. Me enseña sus gemelos del Capitán América, orgulloso, ¿has reparado en ellos?  me dice subiéndose un poco las mangas de la americana. Vera, mi incansable compañera de entrevistas y yo los miramos, entre una mezcla de sorpresa y desconcierto. ¿Un ex-secretario de Estado de Cultura con unos gemelos del Capitán América? Don Luis Alberto, es usted único -pienso mientras los miro y luego le miro-. Su ojos azules enfocan directamente hacia mí, esperan una pregunta, la que sea, así que sin vacilar un instante lanzo la primera, directa a los cimientos de su premio.

Luis Alberto de Cuenca || Fotografía: Vera Martín Zelich
Luis Alberto de Cuenca || Fotografía: Vera Martín Zelich

Entrevista a Luis Alberto de Cuenca

¿Dónde se encuentra la poesía ahora mismo?

Donde estuvo siempre; cerca del hombre, cerca del corazón del hombre y de la mente humana. Mientras haya seres humanos habrá poesía. Ni mejor ni peor que antes. Lo que si es cierto es que hasta el romanticismo la poesía tiene una especie de asunción social muy grande que hoy no la asumen tanto, puesto que se orienta más a una minoría que se relaciona entre sí; un Góngora, un Quevedo, eran personas muy importantes socialmente en su época. En el siglo XXI los poetas somos un grupo marginal, con la misma importancia ontológica, pero estamos más desvinculados de la sociedad.

Se ha transformado el poeta entonces.

A partir del romanticismo se convierte en una persona marginal, rebelde. El poeta romántico es una creación contemporánea del cual ya no nos podemos quitar de encima ese estigma. Antes un Horacio, un Petrarca, un Garcilaso… eran gente que estaba inserta en la sociedad de su momento y en cambio ahora los poetas no tienen la incidencia social que tenían antes. Ahora, es cierto que, como diría Herderling: “lo que permanece lo fundan los poetas” sigue habiendo una importancia grande por parte de la poesía. Para los grandes logotipos, emblemas y símbolos de los pueblos y de las patrias, tienen en los poetas su gran intérprete.

Eso que fundan los poetas que decía Herderling, en el Siglo de Oro -hablo de la métrica- dura hasta muy entrado el siglo XX.

La poesía se diferencia de la prosa en que tiene que tener un tipo de música, hay música en el verso libre, en cualquier poema que se precie de serlo. La poesía tiene un lenguaje que se llama connotativo, mientras que tú y yo hablamos en un lenguaje denotativo, hay una diferencia en el lenguaje cuando nos ponemos a escribir poesía. En ese lenguaje connotativo, no solo entra la métrica o la rima sino entra un lenguaje diferente.

Entonces, en el verso libre de ahora sigue habiendo una métrica.

Exactamente. También tiene dos cosas fundamentales, ritmo (en un ámbito formal) y emoción (desde el punto de vista del contenido).

Pero habrá gente que le falte ritmo o emoción, pero aun así hace poesía.

Bueno pero eso ha ocurrido siempre. La gente ha emborronado cuartillas porque todo ser humano tiene un poeta dentro, a veces sale y otras no, unas veces está capacitado para crear una obra hermosa y otras no, pero en cualquier caso la mirada del hombre sobre el mundo puede llegar a ser poética, todo hombre tiene derecho a ejercer una vida poética, pero otra cosa es que sea un poeta que publique o que escriba, que puede ejercer esa mirada poética pero no hacerlo.

Dragó estaba indignado porque como ahora todo el mundo puede publicar, hay un montón de porquería circulando.

Bueno pero eso no es de ahora. Si coges todo lo que se escribió por ejemplo en todo el siglo XIX… se escribía mucha basura. Ahora es más fácil porque es más barato y hay empresas de autopublicación, pero en cualquier caso siempre ha habido malos y buenos poetas.

¿La calidad de la poesía baja en pos del igualitarismo?

El igualitarismo ha hecho que todo el mundo pueda publicar, no por ello ha hecho que baje la calidad en los pináculos de la gente que destaca. Por mucho que haya una inundación de poetas, siempre habrá buenos poetas al margen de toda esa marea. Ahora existe el fenómeno por el que por vía cibernética hay poetas que han conseguido no sé cuántos lectores que luego incluso editoriales se han interesado por ellos porque tienen un segmento amplio de lectura. Eso a veces puede ser poesía, o puede ser otro fenómeno. Escribir cosas de autoayuda, sensiblerías adolescentes que no conducen a nada pero que tienen gran éxito entre la gente. Cuando ves una lista de los libros más vendidos en un periódico, en el ABC por ejemplo, te das cuenta que muchos no son ni poesía. Un fenómeno nuevo que nace en el siglo XXI con las redes sociales.

Este fenómeno novedoso también se ve en otras ramas de la vida.

Desde luego, estamos viendo en política por ejemplo que hay partidos que fundamentan su ideario en los medios de comunicación de masas como Internet, televisióneso es lo que ha hecho que esos partidos tengan representación parlamentaria. Una habilidoso manejo de los medios. También ocurre en literatura y en el cine. Por ejemplo los cortos que se cuelan por ahí. Todo el mundo puede hacer hoy día un cortometraje, colgarlo en Youtube y si tiene una oportunidad de que lo vean cientos de miles de personas pues habrá alguna que le diga, oye vamos a hacer esto en pantalla grande.

Que al final da paso a la morralla.

Es que ese es el tema. Internet es una imagen del mundo. La red no es más que una reproducción a otra escala del mundo en el que vivimos. Cuando me preguntas que si soy partidario de Internet, digo, claro que lo soy, aprovecho muchísimas cosas buenas de Internet. Para buscar libros, a mí me viene muy bien. Encuentro libros que hacía años que no encontraba cuando iba librería por librería. Hay un antes y un después de Internet, mucho más claro que cuando se inventa la imprenta. Este es un invento mucho más crucial que el de Gutenberg. Una era virtual.

Luis Alberto de Cuenca || Fotografía: Vera Martín Zelich
Luis Alberto de Cuenca || Fotografía: Vera Martín Zelich

Cuando estamos ante unos versos, ¿cómo diferenciar lo bueno de lo mediocre?

Fácil. Leyendo mucha poesía. Hay clásicos que son modelos y ya te ofrecen una garantía. Si tú tienes lecturas grandes y amplias de literatura clásica tanto en tu idioma como en otros empezarás a saber si ese material que te llega a través de Internet tiene interés estético o no. También hay crítica literaria muy interesante con la que puedes sacar conclusiones. Tienen un filtro, una criba. Al final los críticos son un cedazo que separa el grano de la paja.

Como lector y crítico, ¿has notado un auge adanístico en la literatura?

Ahora hay un adanismo para casi todo, pero quizás también ha existido siempre. El autodidactismo es una especie de mito en el que la gente dice, yo soy capaz de crear una belleza sin haber visto o leído belleza antes. Como el pintor, en el caso de las bellas artes (dice mirando a Vera) como tú sabrás bien. El pintor tiene un gran adanismo. Crear cosas que no haya hecho nadie antes, sin saber que el vanguardismo y los dadaistas de principios de siglo pasado agotaron ya todas las posibilidades, no se puede ser más moderno que ellos. Lo que hay que hacer es volver al clasicismo, que es donde se encuentra la auténtica belleza y la posibilidad de permanecer. Podemos decir que André Breton o Tristan Tzarao crearon un nuevo clasicismo, por ejemplo, son un clásico de nuestra época. Ellos cuando destruían el lenguaje y lo destruían todo, no pensaban que iban a convertirse en clásicos. La cultura a veces es eso. Lo que parece tan tan innovador al final se convierte en clásico, adoptando un cierto casticismo. Picasso es un ejemplo magnifico de cómo se puede indagar en el lenguaje pictórico y a la vez ser respetuoso con la tradición.

Un día entrevisté a Antonio Castillo Algarra, dramaturgo, que actualmente trabaja en una obra de teatro llamada «La Crítica del Amor» y me hablaba sobre ese desprendimiento que tienen los nuevos autores con lo clásico.

Hay un gran mito en nuestros días, una falsedad convertida en verdad que es el tema de la modernidad. Lo moderno, lo vanguardista, y a veces lo más moderno es atenerse a cánones clásicos. Por ejemplo la medida y la rima en la poesía últimamente tiene mucho reeducamiento en toda Europa, eso era impensable hace unos años. La vanguardia había implantado su rodillo, llegándose al caso de que en Alemania, se consideraba acto de apoyo al régimen nazi utilizar una métrica ¿Vaya locura no? Como si hacer endecasílabos fuese de derechas y verso libre de izquierdas y la gente lo asociaba… Pero desaparece poco a poco.

¿Esa poesía política que antes se usaba con cabeza, se usa ahora de forma mezquina?

Hubo un momento muy importante en la poesía social durante los años del franquismo, los años 40, 50 y un poco del 60. La poesía social que se llamaba, que tuvo sus antologías y valedores…

Como Gil de Biedma.

Exacto. Gil de Biedma tiene poemas sociales, pero también tiene poemas que hablan de la humanidad. Acuérdate aquello de “Que la vida iba en serio/ uno lo empieza a comprender más tarde/ como todos los jóvenes, yo vine/ a llevarme la vida por delante…” pero esa poesía quería subvertir el sistema establecido. Había una dictadura, no había libertad de expresión y afloraba ese tipo de poesía. Lo que tiene el siglo XXI es que hay muchísimas escuelas y posibilidad de fraguarse corrientes, que no hay escuela dominante. Se puede hacer poesía social ahora… Todo vale si tiene calidad. No es tanto la escuela estética a la que te adscribas sino que aportes tu granito de arena a la eternidad.

Libertad 8, Los diablos azules, La cueva de samo… vaya a donde vayas parece que se repite el mismo patrón poético…

Es porque hemos vuelto a una mentalidad de los años 60 políticamente hablando. Vivimos corrientes políticas como Podemos con ideas que son casi como las que he vivido yo en esa década de los 60. Se ha caído el comunismo, no podemos negarlo y estos partidos totalitarios: fascistas y comunistas, ofrecen lo que han ofrecido siempre, un “futuro” a la gente joven. Eran religiones políticas que parece que hoy en día tienen la suficiente vitalidad como para encandilar a los jóvenes de ahora. Mira en Francia el Front Nacional o en España Podemos, son muy parecidos… Me acuerdo cuando el director del periódico liberal L’Express, Jean-Jacques Servan Schreiber que vino a mi facultad de Derecho, y le quisieron hacer un “escrache”, (que es como lo llaman ahora estudiantes progresistas apuntilla), se subió a la mesa y preguntó que de qué bando eran, si fascistas o comunistas, que eran todos iguales.

Luis Alberto de Cuenca || Fotografía: Vera Martín Zelich
Luis Alberto de Cuenca || Fotografía: Vera Martín Zelich

Me acaba de venir a la cabeza su famosa frase de “el multiculturalismo es el nuevo fascismo”

¡Ah! political incorrectness. Esa la cantó Loquillo. Nos han llamado de todo con esa letra, pero nos da igual. Para leer bien las cosas hace falta entender y aquí en España cada vez se ha ido adelgazando más la educación. Desde el Plan Altamira en la Segunda República o en Plan del 53 con el franquismo, vinieron la LOE, la LOXE la LONCE y demás inventos… La juventud está muy mal preparada, los jóvenes son muy poco competitivos. Tendemos a igualar por abajo. Antes pocos estudiaban mucho, ahora estudian muchos pero poco, lo que es ideal es que muchos estudien mucho, pero los planes de estudio están siendo lamentables y ha desembocado todo en el Plan Bolonia que es ya el disparate padre, que España es el que más lo cumple de los pocos que lo cumplen si acaso… Somos más papistas que el papa, somos los más modernos y vamos a desterrar la lección magistral de las universidades.

Mi universidad es un autentico despropósito, la verdad.

Eso piensas de la tuya porque la conoces… si conocieses otras pensarías que son un despropósito tras otro. ¿Sabes quien tiene la culpa de todo esto? Los pedagogos con su mentalidad de “el fracaso escolar hay que desterrarlo a toda costa”. Bueno… habrá gente que estudie más y gente que estudie menos… Que todo el mundo sea igual es ridículo.

Somos contemporáneos pero no iguales.

Ahí está. Debemos ser iguales ante la ley, sólo ante la ley. Pero de lo otro nada… Somos muy diferentes cada uno. Si tuvieras una hermana gemela no serías igual que ella aún siendo tu hermana gemela.

Ya hablando de su trabajo, su poesía “el desayuno” pienso que ha hecho escuela.

(risas) Sí, me consta que en el bachillerato es muy conocida. Está en todos los libros de texto y ha salido en selectividad varias veces.

Luis Alberto de Cuenca || Fotografía: Vera Martín Zelich
Luis Alberto de Cuenca || Fotografía: Vera Martín Zelich

¿Se lo esperaba?

Pues no. Cuando escribí «El desayuno» nunca pensé que llegara a tener esa popularidad, pero en fin, me alegra mucho si ha llegado a ser un poema recitado por la gente. Me han llegado a hacer en institutos que todos los alumnos de segundo de bachillerato escribieran un poema muy similar al mio. Me alegra saber que poemas como La malcasada o El desayuno tienen tanto éxito. Algo me pasó cuando les hice a La Orquesta Mondragón el tema “Hola mi amor”. La gente lo iba cantando por la calle y pensaba ¡hombre, si eso lo he escrito yo!. Y un caso similar me pasó con el tema de “political incorrectness” que lo hemos hablado antes, al final lo conoce mucha gente y eso me agrada enormemente.

Hablando un poco más sobre Loquillo ¿Cómo surge la idea?

Surge porque Loquillo es un gran aficionado a la poesía. Entonces él había empezado a interpretar poemas interpretado por Gabriel Sopeña que es también amigo mío. Ya había tenido ocasión de interpretar algún poema mío como en el disco Balmoral, Cuando pienso en los viejos amigos, etc. Y de ahí surgió una visita a la Secretaría de Estado de Cultura que me hizo, proponiéndome hacer un disco conmigo. En aquel momento no podía, porque estaba metido en política y hubiera sido bastante contraproducente, pero al acabar, comenzamos a hacer el disco. Sopeña hizo 35 adaptaciones de poemas míos a música y de esos 35 aparecen diez. ¿Del resto? Ahí están para cuando vayamos a hacer el siguiente disco porque vimos que se vendió bien. Fueron veintitantasmil copias, que hoy en día es una barbaridad. En la época de Gurruchaga vendíamos millones, pero ahora con Internet y la vulneración de derechos de autor… y esto irá a menos y se van a ir a la porra los Dvd’s, los Blu-ray…

El disco lo conocí cuando una vez fuisteis tú y Loquillo a EsRadio. Pero a ti ya te había escuchado antes en esa emisora.

EsRadio es una de mis emisoras favoritas y llevo colaborando muchos años allí. Con Sánchez Dragó haciendo una tertulia, que por cierto ahora nos ha echado Luis Herrero diciendo que la cultura no le interesa a nadie, pero en cualquier caso, sigo con Garci y con Luis Herrero en el programa Cowboys de media noche.

También me ha dicho que está con Garci.

Sí, soy íntimo amigo de él. El otro día fui al teatro y estuve viendo el estreno de dos piezas una de Alfonso Sastre y otra de Eduardo Fraile por Garci como director.

Estuvo con él en Qué Grande es el Cine.

No fui de los fundadores, porque debió de fundarse en el 96 pero en el 98 ya estaba allí. No estuve con una gran continuidad, pero sí estuve con una periodicidad para haber hecho cincuenta o sesenta programas. Y después de Qué grande es el cine, pasamos a Telemadrid con Cine en Blanco y Negro. Ahí fui más todavía pero fue menos tiempo. Un par de veces al mes sí acudía a la cita. Era un programa que tenía un millón de espectadores de media garantizados y que se lo hayan cargado es algo estúpido. Era algo baratísimo, pero ya sabes, los responsables de las televisiones lo que se cargan son las cosas buenas… Salta la alarma si oyen cultura, y aún teniendo semanalmente un millón y pico de espectadores que está muy bien, se lo llevaron por delante.

Y no es que estuviese en un horario de prime time.

Para nada. Era a la una y media o dos de la madrugada. La cultura está vendida. Hoy en día todo son proscripciones, prohibiciones… No se puede decir por ejemplo solo españoles, hay que decir españoles y españolas, la “e” no está marcada por un aparato genital masculino… la “e” no, es neutra… abogado abogada me parece correcto, pero presidente y presidenta… estoy de acuerdo como ya te digo en arquitecto, arquitecta “o-a”, pero ya cuando escucha concejala… es para caerse de espaldas. El adanismo del que antes hemos hablado. En 1949 cuando Mao Tse Tung gana la guerra en China, inaugura el mundo y se inventa la china… recapacita y quita todo eso, pero como en la Revolución Francesa… ya allí directamente cambiaron los nombre de los meses…

Luis Alberto de Cuenca || Fotografía: Vera Martín Zelich
Luis Alberto de Cuenca || Fotografía: Vera Martín Zelich

Una tabla rasa…

Como Chávez hizo en Venezuela o hacen todos los totalitarismos…

Cambiando de tercio me gustaría preguntarle por el Premio Nacional de Poesía.

Pues fue una gran ilusión para mí. Pensaba que no me tocaba ya. Que se me había pasado el arroz… (bromea). También ha ocurrido que he estado ocho años sin poder concurrir en el Premio, desde el 96 al 2004. En ese periodo publico dos libros que son candidatos al Premio Nacional pero no me puedo presentar por estar en política. Fui finalista en el año 2010 con “El Reino Blanco”, en 2006 también fui finalista con “La Vida en Llamas”. Son unos catorce o quince jurados y que te seleccionen es casi un milagro.

¿Considera Cuaderno de Vacaciones el mejor de sus libros?

En el 86 la Caja de Plata es finalista y ese sí que creo que es de mis mejores poemarios. A todos mis hijos los quiero igual, pero Cuaderno de Vacaciones no es uno de mis mejores libros, tampoco  sé cuál es el mejor, pero creo que un Premio Nacional también reconoce toda la carrera y no solo un libro.

He visto que en varios poemarios suyos también hay imágenes.

A mí me interesa mucho el cómic y todo lo que sea imagen, por eso mi amigo Miguel Ángel Martín, un gran dibujante, ganador de Yellow Kid el Oscars de los cómics, al que tengo la suerte de ser amigo suyo, me ha ilustrado Hola mi amor yo soy el lobo o El cuervo y otros poemas góticos.

¿Piensa que hay interacción entre los dibujos y poesía?

En este momento, mientras formulo la pregunta que mi compañera fotógrafa Vera había preparado, nos miramos fijamente y sonreímos un segundo. Luis Alberto, desconcertado esboza una sonrisa sin saber muy bien lo que pasa, pero continua hablando. Pierda cuidado don Alberto, es solo un juego tonto entre dos bisoños periodistas.

El mundo pop en pintura me ha influido muchísimo. La poesía es un arte de artes. Es un arte global. Tiene que despertar imágenes y contar cosas muy breves en un apartado mínimo. Es una síntesis de todas las artes. Hay música, pintura… Se han hecho antologías poéticas mías desde el punto amoroso, cinematográfico, moral…

¿Y esos dibujos en los que te inspiras han sido antes o después?

De todo. Por lo general los dibujos han venido a ilustrar mis poemas pero tengo un libro que se llama La Mujer y el Vampiro en el que Manuel Alcorlo, académico de las Bellas Artes,  me propuso el reto de coger un cuadro que había pintado él con desnudos y que lo ilustrase con textos.

Luis Alberto de Cuenca entrevista
Luis Alberto de Cuenca || Fotografía: Vera Martín Zelich

La mujer, la mujer… tengo entendido que entre otras cosas cambiaste tu carrera de derecho por una mujer

Por muchas cosas la dejé, pero fundamentalmente por una mujer. Empecé derecho porque mis padres pensaban que haciendo filosofía y letras no sacaría todo mi potencial y que me iba a morir de hambre. Les engañe al matricularme y al año me matriculo en filosofía y letras. Luego esta chica, tuvo la mala suerte de fallecer al año y eso me impactó muchísimo en mi carrera poética. Fue un desengaño… mi segundo libro fue en homenaje a ella, Rita. El concepto de mujer es muy importante en mi vida. El eterno femenino…

Fernando Fernán Gómez decía que le gustaban las mujeres guapas y malvadas

Pero en cambio se casó con una mujer muy bondadosa. A todos nos gustan las femme fatale… las mujeres fatal tienen mucho encanto, pero es preferible que sean hermosas y no malvadas…(ríe) si son hermosas y buenas ya… las Gloria Grahame… las Barbara Stanwyck.

Es el morbo.

Claro, y también a las mujeres les gustan los sinvergüenzas, ¿sabes a lo que me refiero?. Anda que no hay mujeres que han sacrificado su vida por hombres pendencieros, borrachos, jugadores… y aun así los idolatraban… El mal tiene un poder de atracción muy grande.

El parguelas no atrae… pero de nunca.

¿Cual? Esa palabra no la conozco.

El mindundi, el sosainas…

Pues eso… la eterna atracción por lo malo… y por la mujer… Nos pasamos nueve meses en el vientre de la madre y eso nos ha marcado toda la vida… Las religiones antiguas con Diosa Madre.. la Diosa Blaca, la Gran Diosa… y con la aparición del patrialcalismo se empiezan a perder esos resortes del poder, se cambia a esa Diosa nutricia con los atributos exagerados… como la Venus, y se convierte en un Dios adusto con ceño torbo y barbudo y se cambia al Dios Padre.

¿Y su ideal de mujer?

De broma tengo un poema que digo que mi mujer ideal es castellana carolingia del siglo VIII. Puedes jugar con la broma.

En su libro de Cuaderno de Vacaciones dice que tiene temores y deseos.

No solo que tengo, sino que soy un amasijo de temores y deseos como todos los seres humanos. Pero como todos los seres humanos. Al final los poetas somos portadores de la comunidad… Se siente uno identificado y lo intentamos. Si no lo conseguimos es un fracaso absoluto.

Casi un psicoanalista de bolsillo…

En cierto modo de autoayuda, pero sin ser como esos libros basura para autoayudarse. La poesía es la quintaesencia de los libros de autoayuda, te ayudan a vivir y a vivir mejor. A tomar decisiones, a compartir terrores… Hay mucha interacción también entre los artículos del periódico en los que contaba un poco mi vida y poemas en mi libro. Al principio mi poesía era mucho más oscura, compleja y barroca… pero con las lecturas que voy adquiriendo mi poesía gana mucho más… Puedes leerlo de forma ingenua o analizándolo entero, que los vas a disfrutar de las dos formas. Está bien ser un poeta que pueda mezclarse con la gente.

Luis Alberto de Cuenca entrevista
Luis Alberto de Cuenca || Fotografía: Vera Martín Zelich

Como Joaquín Sabina.

Sin duda. Es un extraordinario letrista y un músico muy apreciable. Es un poeta muy virtuoso y gran mezclador de imágenes poéticas. Son sonetos como Ciento volando que están muy bien. Funde canciones y poemas muy bien. Es diferente hacer canciones que poemas, no tiene nada que ver. Y tiene además una facilidad para la rima portentosa.

Te consideras dentro de alguna corriente?

Me han adscrito a la Linea Clara… por mi tipo de poesía. También a la Poesía de la Experiencia… pero eso ya es personal. Hemos superado eso ya de generación del tal o del cual…

Tengo entendido que Reverte le quiso proponer para la RAE.

Me faltaron dos votos y se quedó desierto. Los enemigos hicieron el juego de presentar a otros dos y cuando hay tres… que salga uno es tremendamente difícil. Pero bueno estoy en la Real Academia de la Historia en la que estoy muy feliz, rodeado de auténticos caballeros.

Creo que a Sabina le quieren proponer para la RAE también.

Pues no me parece mal. Le daría un glamour a la Academia y es un tipo que ha trabajado mucho sobre el lenguaje. Y a Luis García Montero le han querido proponer… hay un grupo de poetas de cuatro o cinco que estamos al retortero y alguno de ellos entrará. En mi caso sería una mezcla de poeta y filólogo. Como filólogo mi aportación a la academia sería grande puesto que soy experto en griego y en latín y tengo capacidad de discernir un término.

Hablando de poetas… ¿Qué le parece el poema de la señora Dolors Miqel, la de Mare Nostra?

No caigo ahora… ¡Ah, la que ha hecho el Padre Nuestro!

¿En cuanto a calidad? Sin meternos en otros temas.

No tiene ningún interés… lo veo como una chorrada tan grande que no merece la pena ni hablar de ello. Me parecía un refrito de algo que ya existe. Pero bueno… ahora se premia el tremendismo.

¿Se considera poeta icono?

Esas cosas se dicen para estar pendiente de los demás. Todo es humo. Hay poetas en los años 30 que eran importantísimos y hoy en día nadie se acuerda de ellos. Lo que uno no debe ser consciente, entre comillas, es de su propio éxito. No existe éxito ni fracaso, lo que existe es el trabajo. Moralmente nunca hay que cambiar ni con el éxito ni con el fracaso.

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