guardian centeno
flickr.com

Las armas las carga el centeno

El cielo de Manhattan se va  oscureciendo, y a las diez de la noche de un ocho de diciembre se oyen unos pasos, un sonido sordo que contrasta con la quietud nocturna. Yoko Ono camina hacia la recepción del edificio Dakota. Unos pasos por detrás, entre las paredes de piedra, se encuentra John Lennon. Segundos más tarde se oyen cinco disparos que acabarán con la vida del cantante. Uno, dos, cinco. No hay nada que hacer. Al llegar al edificio, la policía encuentra a un hombre solitario sentado en la acera, que sostiene un libro entre sus manos. Se trata de Chapman, el asesino confeso, que espera su detención con un ejemplar de El Guardián Entre El Centeno, de J.D. Salinger. En las páginas de este libro, se encontró escrito: “Para Holden Caulfield. De Holden Caulfield. Ésta es mi declaración”.

Cínico, hipócrita, quejica, prepotente o infantil. Estos son algunos de los adjetivos que se han utilizado para tratar de confeccionar el perfil de Holden, el protagonista de El Guardián Entre El  Centeno. Pese al esfuerzo de muchos por clasificar al joven, nunca se ha podido hacer de manera fiel, pues describir a Holden es pretender describir la adolescencia. Quizás lo que deberían preguntarse es cómo un protagonista tan odioso ha conseguido conquistar a tantos lectores desde la publicación del libro en 1951, así como llegar a inspirar asesinatos.

John Lennon y el centeno
Mural de John Lennon. ||
Loco Steve

El de John Lennon no fue el único caso conocido. Tanto el acusado de intentar asesinar al presidente Ronald Reagan en 1981 como el asesino de la actriz Rebecca Schaeffer en 1989 admitían sentir extrema fijación por esta novela. Utilizando las palabras de Holden, se puede decir que: «Si de verdad les interesa lo que voy a contarles, lo primero que querrán saber es de qué trata el libro, cómo fue todo ese rollo de su infancia, pero no tengo que ganas de contarles nada de eso. Primero porque es una lata, y segundo porque es lo menos importante».

Un constante diálogo con el protagonista

El hilo argumental de la novela es simple, pues cuenta las vivencias del protagonista desde que escapa de su colegio hasta que aparece en la luminosa, jaranera y viciosa ciudad de Nueva York. Holden, en su intento de describir la realidad, sumerge al lector en la hipocresía del mundo actual, describiendo la doble moral y jugando con la superficialidad de los años cincuenta norteamericanos.

No importa qué ocurre, sino qué piensa Holden. No es un libro de batallas, pero desde la primera página encontramos  a un protagonista que lucha, casi con uñas y dientes, contra el mundo. Tiene batallas internas, también con la gente y, sobre todo, con un comportamiento que no le satisface y que al mismo tiempo es propio del ser humano.

Si El Guardián Entre El Centeno ha conseguido tanta fama ha sido por ser capaz de trasladar los más cambiantes y aterradores sueños adolescentes, que rara vez se pueden expresar, a unas páginas en blanco. Incluso su título suena extraño, sugiere que no es un libro del todo convencional. En uno de sus delirios, Holden confiesa que quiere ser un guardián en un campo de centeno lleno de niños, que corren, y su único trabajo es impedir que caigan al vacío mientras juegan.

Centeno y guardián
Extenso centeno. ||
Ivan Čentéš

Es decir, que en esta historia encontramos a un escritor con síndrome de Peter Pan. No le gusta que los niños, en su tarea de ser niños, caigan a la edad adulta. El protagonista hace odiar la vida misma, pues está descubriendo una madurez que no le gusta y lo transmite repetidamente. Es en la adolescencia cuando se vislumbra lo más cruel de la existencia, se empieza a romper la sensación de inferioridad frente a los adultos. Por tanto, Holden comienza a cuestionarlos.

No desprecia a los adultos en sí, sino a la hipocresía y falsedad que viene ligada al mundo adulto. Por otra parte, él no actúa como si quisiera ser niño, sino que adopta un papel maduro, incluso demasiado precipitado, en una combinación de sexualidad, alcohol, antros y prostitución. En conclusión, quiere reflejar justamente estas ganas y vértigo por enfrentarse a todas esas cosas a las que no ha tenido acceso antes.

El verdadero sentido de la adolescencia

La película que adapta la vida de su escritor a la gran pantalla, Rebelde Entre El Centeno, da algunas pistas más acerca del libro. La rebeldía es un factor clave, el principal eje conductor de la novela. Holden describe de forma coherente la sensación de impotencia que siendo adolescente se siente hacia un mundo que no le gusta, pero que al mismo tiempo siente que no puede cambiar. Sabe que cuando él se vaya los niños van a seguir cayendo al vacío, dejando de jugar entre el centeno.

«No somos los únicos, que ven la vida de esta manera», es parte de la letra de Catcher In The Rye, canción de Gun’s and roses inspirada en el libro y que contiene parte de la esencia de este. El verso encierra dos núcleos de la lectura. En primer lugar la sensación que tiene Holden de sentirse solo, tanto físicamente mientras vaga por una nueva ciudad, como con sus sentimientos. En segundo, saber que no es así cuando uno termina de leer el libro. Como se puede observar, ya no solo fue un libro significativo para los jóvenes de los años cincuenta, sino que generación tras generación los lectores se encuentran con ese loco llamado Holden, un amigo prepotente que en el fondo les comprende.

guardian centeno
flickr.com

La metáfora del centeno no surge por la búsqueda de un título adecuado o llamativo, sino que va más allá. Para Holden llegar a la adolescencia no es un simple paseo, ni una transición tranquila. Le supone caer en un barranco de manera precipitada, sin preparación y con violencia. No se puede negar, entender El Guardián Entre El Centeno  significa comprender una realidad angustiante que puede cambiar por dentro al lector. Chapman, en una de sus confesiones, declaró: «Estoy seguro que la mayor parte de mí es Holden Caufield, el personaje principal del libro. El resto de mí debe ser el diablo».

Aunque alejados de los motivos que llevaron a Chapman a asesinar al vocal y guitarrista de The Beatles, es posible que cualquier lector del libro acabe descubriendo que también es un poco Holden.