El festival A summer Story se celebró el pasado fin de semana, este festival es una de las grandes y primeras citas de la temporada estival de música electrónica en el país. La Ciudad del Rock en Arganda del Rey volvía a acoger un evento musical de la talla de las prestaciones del recinto que albergó en su momento al festival Rock in Rio.
A Summer Story celebraba su segunda edición con un cartel de más de 40 artistas tanto nacionales como internacionales que pasaron por los tres escenarios disponibles para ello abarcando géneros como el techno, tech-house, progressive, dance o electro house.
Primera jornada: el techno como protagonista
El viernes daba comienzo el festival ya desde Conde de Casal con los autobuses dispuestos para el transporte de gran parte de asistentes. A pesar del calor y de la cola de espera, los ánimos estaban a flor de piel con el ritmo de la música en cabeza de todos. Allí ya se pudo comprobar la diversidad de nacionalidades como ingleses, alemanes o argentinos que aprovecharon su estancia en España o incluso de trasladaron para disfrutar de esta oportunidad.
Después de unos 25 minutos de trayecto se empezaron a apreciar las luces y láseres de los escenarios en medio de la gran explanada que se fundían con el ocaso del día. El escenario principal del viernes estaba totalmente dominado por artistas representantes de los estilos underground. La calidad de los mismos y que un festival dé la oportunidad de escuchar estos géneros en su mainstage, algo no muy frecuente, nos hizo decidirnos por ellos éste primer día, y el resultado no pudo ser más satisfactorio.
A pesar de llegar tarde a la actuación de Paul Kalkbrenner, conseguimos escuchar el cierre de la sesión con ‘Aaron’ y se da por hecho que, como de costumbre, no defraudó y desplegó el numeroso repertorio de producciones que tiene como el clásico ‘Sky and Sand‘ o las integradas en su último álbum ‘Feed your Head’ o ‘Cloud Rider’. Una sesión acorde a la transición entre el día y la noche y de calentamiento para el resto de cartel que le siguió.
Llegó entonces el turno de Solomun, uno de los DJs más en forma actualmente del panorama musical y gran aclamado por el público. En ésta actuación pudimos acceder por primera vez al foso entre público y escenario destinado para prensa y seguridad. Una sesión de hora y media de house y tech-house que cumplió las expectativas.
La siguiente actuación se trataba de una de las más esperadas y exclusivas, de las que se dan pocas veces, un mano a mano entre dos pesos pesados del techno. Por un lado Adam Beyer, máximo exponente del importante sello Drumcode, y Joseph Capriati, uno de los más brillantes talentos de los últimos años.
Por separado siempre son demandados por los fans del género, pero en formato back to back, se trataba de una oportunidad que no se podía dejar pasar. Una actuación a la altura por la que además se pasó de nuevo Solomun en un momento dado para saludar al público junto a sus amigos de profesión. Son detalles que siempre agradecen los seguidores y que ayudan a acercar la relación entre músico y público.
Una actuación en formato live siempre es un aliciente, por lo que sobraban motivos para ver a Karenn, un dúo formado por los artistas Blawan y Pariah que derrocharon energía exprimiendo las prestaciones del enorme escenario principal.
Tras ellos el turno fue para Paco Osuna, que después de 20 años de carrera es uno de los mejores embajadores y representantes del techno del país siendo reconocido con varios premios ganados a pulso. En la primera parte de la sesión fue protagonista el tech-house para posteriormente aumentar el ritmo dando paso al techno ganando enteros y ayudado también por la buena puesta en escena. El resultado fue una de las mejores sesiones de A Summer Story.
En este punto decidimos poner fin al primer día en el momento que le tocaba a Joris Voorn. Aunque no estuvimos presentes, es otro de los DJs que nunca falla pudiendo comprobar al día siguiente que acabó siendo uno de los favoritos del público.
La segunda jornada de A Summer Story
Nada más llegar a las cercanías del recinto el sábado, nos cautivó la música proveniente del escenario donde Dj Nano estaba realizando una sesión de nada menos que ocho horas con su famosa fiesta ‘Oro Viejo’. El madrileño es uno de los mayores exponentes de la música electrónica comercial española a nivel internacional, ejemplo de ello ha sido su presencia en el cartel del Ultra Music Festival de Miami de éste año.
En esta ocasión jugaba en casa, y aunque el día anterior ya había actuado, el set del sábado se trataba de clásicos house, dance y trance de los 90 y principios de siglo que marcaron una época y a varias generaciones. Esto, como es lógico, se notó en la media de edad de los asistentes, algo más alta que lo visto en el resto de escenarios. La selección musical, unida a la energía y entrega que transmitía desde el escenario de A Summer Story, hizo que nos lleváramos una grata sorpresa y un buen sabor de boca, repitiendo la visita horas más tarde.
Posteriormente nos decantamos por el escenario que abarcaba los estilos underground de la jornada. Por allí fuimos testigos del estilo refinado del dúo aleman Ame con el deep house y techno melódico que les caracteriza. También de Loco Dice, otro de los Djs en mejor estado y más aclamado del cuál sus actuaciones siempre son de las más esperadas en festivales. Y por último Robert Hood, veterano músico de la escena de Chicago, exponente del minimal techno y seguramente el más experimentado del festival. Junto a Jeff Mills y Mike Banks fundó el respetado sello Underground Resistance, como ya contamos.
Debido a la diversa demanda de artistas llegó el punto en el que había que repartir el tiempo entre sesiones, y a esa hora estaba Steve Angello en el escenario principal. En esta ocasión estaba impedido por seguridad el acceso al foso, ya que parte de su puesta en escena estaba formada por productos pirotécnicos.
El sueco ex miembro del trío Swedish House Mafía ha aprovechado muy bien el tiempo desde su disolución con un gran número de nuevas producciones haciéndole destacar y desbancarse de la tendencia negativa que por desgracia hay en algunos sectores de la electrónica más comercial. Por su set pasaron temas progressive y electro house, ya de sobra conocidos, y otros de su reciente disco, aprovechando las grandes pantallas del escenario para reflejar unas espectaculares visuales e imágenes de los videoclips.
Buena y potente sesión ante un público entregado. Además al finalizar y bajar del escenario, en los aledaños, tuvo la amabilidad de fotografiarse con un servidor y el resto de acreditados allí presentes.
Y para finalizar el festival A Summer Story llegaba el episodio más esperado del evento, Deadmau5. El canadiense pisaba por primera vez España este verano, antes de las otras dos actuaciones que tiene programadas. Aunque en comparación con el resto de cartel estuvo en escena durante menos tiempo de lo esperado tras su confirmación, hora y cuarto, no dejó indiferente a nadie y supo aprovecharlo al máximo.
Una sesión apostando con sus mejores cartas, y es que es de los pocos artistas de la escena que pueden permitirse desplegar únicamente temas propios durante un directo. De este modo dejó huella con recientes producciones que aparecerán en su inminente álbum y otros clásicos como ‘The Veldt’, ‘Raise your Weapon’,’ Ghost n Stuff’ y ‘Strobe’ en el cierre. Para éste momento ya amanecía en la Ciudad del Rock dejando una imagen inolvidable junto a uno de los temas de más nivel de la música electrónica.
Alrededor de las seis y media de la mañana, con un frío inesperado, A Summer Story llegaba a su fin. El balance del evento fue muy positivo. Aunque como pega se puede mencionar las largas colas de espera para los autobuses, algo hasta un punto entendible, el resto de factores funcionaron a la perfección.
A destacar la calidad de sonido e imagen de los escenarios, de vital importancia, con un fabuloso mainstage que recordaba a la arquitectura high-tech; la clara y cuidada organización del recinto; la presencia de puntos de agua gratis funcionando durante los dos días, tema de obligado cumplimiento en festivales; y por supuesto el nivel de los artistas que conformaban el cartel.
Aunque siempre se puede seguir creciendo, después de tan solo dos ediciones, A Summer Story ya se ha consolidado como un festival referente dentro de la música electrónica en España, haciendo suya la Ciudad del Rock y transformándola en la Ciudad de la ‘Electrónica’. Y eso siempre es motivo de celebración entre los seguidores.