Fernando Savater: «Me parece imprudente que las democracias olviden completamente el estudio de la filosofía»

Cierra los ojos e imagina a un filósofo, imagina que ese filósofo es español. Efectivamente estamos hablando del mismísimo Fernando Savater. Y es que decir filósofo y español en la misma frase, por desgracia, es un oasis en el largo camino de la historia del raciocinio mundial. Dice Fernando que sólo se le dan bien hacer cinco cosas en la vida: Dormir la siesta, comer, leer, hablar y escribir pero que sólo le pagan por las dos últimas, también dice que si le hubieran pagado por todo lo que ha leído hubiera sido multimillonario… ¡Qué pocos multimillonarios tendríamos en España! añado yo.

Entrevista Fernando Savater

¿Fernando Savater es filósofo, es profesor, es periodista, lo es todo…?

Yo soy lector, si por leer pagasen no hubiera hecho nada más en mi vida y además ahora sería multimillonario. Lo que me gusta es leer y es lo único que tengo que hacer permanentemente. He hecho las cosas que derivan de la lectura como escribir y hablar sobre lo que he leído. Me puedo reivindicar como periodista porque desde los 16 años que dirigí el periódico del colegio, he estado escribiendo en prensa y lo he hecho toda la vida. He escrito columnas, reportajes y por supuesto crónicas hípicas.

¿Qué es la filosofía?
La filosofía es enfrentarse a las preguntas que interesan a los seres humanos solo por ser humanos, no por ser otra cosa. Las preguntas que hace por ejemplo la gramática, la geografía o la física son preguntas que interesan en tanto te interesan esas ciencias… Si te preguntas qué es un complemento directo pues es una pregunta interesante que interesa cuando estás interesado en la lengua. Si te preguntas por la muerte, la pregunta es interesante porque afecta a lo que eres, no afecta a algo que vayas a hacer inmediatamente. Cuando contestas a preguntas sobre física, geografía o lengua ese interés se cancela en el momento, digamos que ese interés por esa sola pregunta desaparece aunque eso no quiera decir que te preguntes más por el tema. Las preguntas de la filosofía son sobre la verdad, el tiempo, la muerte, la belleza, la naturaleza, es decir, preguntas que nos afectan por lo que somos y son preguntas que no se cancelan nunca.

Te puedes preguntar por la libertad y hay respuestas, incluso puedes leer el libro de Stuart Mill, pero las respuestas no cancelan la preguntan sino que despiertan más interés por ella. Cuantas más cosas lees sobre la libertad más te interesas por ella. Quizás el que mejor entendió esto fue Isaiah Berlin, el gran historiador de las ideas, fue el mejor discípulo que tenía Wittgenstein y todo el mundo consideraba que Berlin iba a ser el heredero digamos filosófico de Wittgenstein, cuando muere éste Berlin en vez de seguir la línea de su maestro se dedicó a la historia de las ideas y la literatura. Tiempo después le preguntaron que por qué había dejado su vocación filosófica a lo que respondió que no quería estudiar algo de lo que al final no sepa más que al principio. Ésta es una buena definición, en el fondo en filosofía estudias, lees, y al final en cierto sentido no sabes más que al principio, sabes mejor pero sigues teniendo la misma curiosidad, la duda sigue estando abierta. Por eso las personas prácticas como ministros de educación etc etc, no quieren ni verla.

Entiendo, bajo la descripción que me das de la filosofía, que todo el mundo puede ser filósofo.
Nadie es filósofo, uno se pone filosófico. Lo mismo que no dices usted es enamorado, no, yo a veces me enamoro y otras veces no. Nadie es filósofo, uno puede ser profesor de filosofía pero eso no quiere decir nada, puedes ser profesor de solfeo y no ser pianista. Cuando alguien va a un entierro y dice «No somos nadie» está haciendo filosofía (risas) lo que pasa es que la gente normalmente no sabe que eso que está haciendo es filosofía. La gente que se pregunta cosas y con cierto nivel de discurso no sabe que eso es filosofía y que si leyera determinados libros eso le ayudaría a plantearse las cosas mejor.

fernando savater entrevista
Fernando Savater || Fotografía: Antonio López Díaz

¿Es casualidad que la filosofía como la conocemos hoy naciera en una protodemocracia como la griega?
No, no solamente no es coincidencia sino que creo que es básico y fundamental. La filosofía y la democracia nacen prácticamente en el mismo momento y en el mismo lugar, en el fondo representan lo mismo: La autonomía tanto en el terreno político como en el intelectual del sujeto. Liberarse de la tradición, de la leyenda, de los dioses y pasar al acuerdo y a la decisión racional, por eso a mi me parece imprudente que las democracias olviden completamente el estudio de la filosofía, porque la filosofía es algo que ha acompañado a la democracia.

¿La filosofía está reñida con otro sistema que no sea el democrático?
No, la democracia una vez que llegó al mundo no desaparece, en tiempos de Felipe II existía la democracia, una vez que se introdujo el concepto nunca se ha quitado. Luego ha habido tiranos y personas que han querido acabar con las instituciones democráticas, pero la idea de la democracia ya existía. Por muchos tiranos y reyes absolutistas que haya la idea de la democracia no va a desaparecer. La idea de que los seres humanos tienen que participar en la gestión de sus cosas existe para siempre, la democracia es imborrable como la filosofía.

Me refería más al hecho de poder filosofar dentro de un sistema no democrático, por ejemplo la filosofía marxista en la URSS.
Más bien que te dejen expresarlo. Uno de los mártires del siglo XX fue Jan Patočka, el gran filósofo checo, que de alguna manera llevó la carta de los 77 y gran amigo de Husserl. Fue detenido y murió bajo tortura en Checoslovaquia, un verdadero mártir de la filosofía. Si España tiene a nivel de pensamiento filosófico mucho menos peso que Francia o Inglaterrra, no cabe duda de que el catolicismo y la Inquisición quitaron ganas de expresar filosofía. Una cosa es que filosofes y otra es que escribas un libro. Miguel Servet empezó a hacer reflexiones filosóficas además de científicas y lo quemaron en este caso no un católico sino Calvino en Ginebra.

Entrevisté hace poco a Carlos Rodríguez Braun y me dijo que había habido dos ilustraciones, una buena y otra mala. La buena era la escocesa porque tenía un toque de modestia y la mala la francesa por arrogante y decirnos que hacer con nuestras vidas.
Sí que es verdad que la francesa es más ambiciosa, pero yo no diría malo o bueno. Aunque bueno David Hume no era precisamente modesto, las obras de Hume son de lo más radical que se ha escrito en filosofía pero Hume es mucho más moderado en el sentido político y económico que es el que interesa a Rodríguez Braun (risas) los franceses en cambio…

Él criticó bastante a Rousseau por sus ideas un tanto autoritarias.
Bueno Rousseau lo que hacía de alguna manera era proponer un proyecto que otros siguieron, es verdad que eso le ha ganado antipatías de mucha gente. El famoso discurso del Teatro de la Comedia de José Antonio Primo de Rivera empezaba diciendo: «Un hombre infausto llamado Juan Jacobo Rousseau…» de modo que Rousseau es infausto para Rodríguez Braun y para Primo de Rivera, lo cual quiere decir que algo bueno tendrá (risas). Creo que es verdad que con Rousseau se pueden sacar conclusiones totalitarias, el contrato social distingue entre la voluntad personal y general y parece que la voluntad general se impone o devora a esa voluntad personal que puede ser antisocial. Lo que quiere decir Rousseau es que cuando pensamos una sociedad como tal, la voluntad puramente personal puede convertirse en antisocial mientras que lo importante es encontrar una voluntad general que es socialmente positiva. En cambio en otros países como Escocia más bien insistían en la idea de una voluntad de los individuos pero eso era dentro de regímenes monárquicos que perduraron mientras que en Francia la teoría de las voluntad general hizo derrocar el gobierno y crear un poco el Estado moderno.

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Fernando Savater || Fotografía: Antonio López Díaz

¿Sigues siendo, en el fondo, ácrata como cuando eras universitario?
Siempre he sido un poco indómito, con los años uno se va domesticando porque vas perdiendo fuerzas (risas) la mayoría de las personas son rebeldes cuando creen que se pueden valer por si mismas. Se van volviendo dóciles cuando necesitan de los demás, por eso con los años uno descubre para qué sirven las sociedades. Cuando empiezas a valerte menos por ti mismo echas mano de los otros, te das cuenta de como surgió la sociedad. Con 20 años uno se siente dueño de si mismo y del mundo y no necesita a nadie o cree no necesitar a nadie. Los ácratas fundamentalmente lo que pensaban es que nadie debe pensar por otro y que cada uno debe pensar por si mismo, y eso lo sigo manteniendo muy fijo. La idea de que uno puede prescindir del Estado en aquel momento lo veía como algo muy positivo, después conocí casos como el Líbano o como otros en que el Estado desaparece y ya no me parecía tan buena idea (risas).

He intentado a través de tu libro autobiográfico fijarte políticamente (fea costumbre) y no he podido. De joven criticabas al comunismo y socialismo pero tampoco eras liberal como tal y ahora poco más o menos lo mismo.
Bueno es que mira siempre me parece que las ideas políticas normalmente se venden como venden las multinacionales las películas. Las multinacionales te dicen: si quieres la película de Spielberg tienes que comprarme ocho que son malísimas pero las tienes que comprar porque si no, no las venderían, entonces te venden la buena que es realmente la que tu quieres y las ocho malas. Con las ideas políticas pasa más o menos lo mismo, te las venden ya en un bloque y si eres progre y crees que la sociedad está para cuidar a los individuos y no para explotarlos entonces tienes que comprar otras ochenta cosas y esas ochenta cosas probablemente no sean progres o no me gusten. Por eso procuro comprar las ideas por separado, uno de los filósofos que me gustan mucho Leszek Kołakowski decía que por qué uno no puede ser socialista en cuanto que busca la igualdad o la justicia social, liberal en cuanto considera importante la empresa en el sentido de proyecto individual y de la proyección económica individual, conservador en el sentido de que hay tradiciones y artes que merece la pena conservar…

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Fernando Savater || Fotografía: Antonio López Díaz

Has dicho que «no solo no soy creyente en el sentido de la palabra religioso sino que creo que los propios creyentes tampoco lo son».
Yo nunca he oído a un creyente explicar en lo que cree, creen en Dios pero eso es algo totalmente incomprensible… ¿Qué quiere decir Dios? Nadie puede creer en una cosa que es incapaz de explicar. La idea de Dios es lo que es incomprensible, más que creer o no creer hay que explicar en que creer. Yo soy creyente, creo en la realidad digamos trascendente que me parece más evidente, en cambio, los creyentes no son creyentes, es decir, no se creen que la muerte es de verdad. Al contrario los creyentes son los que no creen, los que cuando muere alguien dicen que se ha muerto y que va a ir a otro sitio y que allí va a estar estupendamente. Los creyentes somos los que creemos en la realidad más fáctica que es la muerte y en la desaparición como tal de la persona. Por supuesto algo como una deidad, de un ente divino es una cosa totalmente incomprensible salvo fábula infantil, en cuanto salimos de la fábula infantil es incomprensible.

Pero a lo largo de la historia filosofía y religión han ido de la mano en muchas ocasiones.
Porque es una forma de hacer laica a la religión. La religión se ocupa de las mismas preguntas que la filosofía pero las resuelve, por eso yo te decía que lo característico de la filosofía es que deja las preguntas sin resolver. La religión adelanta las respuestas y antes de que te hayas hecho la pregunta o en el momento en que te la haces te da la respuesta. La muerte no existe, te vas a otro mundo, el bien y el mal está establecido por Dios. La religión está hecha de respuestas y la filosofía de preguntas.

Has afirmado que la educación no tiene que estar sólo en manos de los padres.
Todo lo contrario, creo que una de las principales labores de la escuela y de la educación es liberar a los hijos de los padres (risas) liberar a los hijos de que no tengan más que a los padres como referencia. Uno va a la escuela y se entera de que sus padres tienen unas ideas y conocimientos pero de que existen otros muchos conocimientos e ideas.

¿No podemos caer en el adoctrinamiento estatal?
Bueno es que el adoctrinamiento es inseparable de la educación. Si ves que tu hijo va a meter los dedos en el enchufe le dices que no lo haga, eso es adoctrinar. Adoctrinar es decir a la gente cosas que tienen que hacer y que no tienen que hacer. Normalmente se llama adoctrinar a explicar sin razonar, creo que la educación debe razonar. Si la doctrina es que hay que volar a gente con una bomba como hace el ISIS pues es una mala doctrina y si la doctrina es que hay que ayudar a los demás, a mí, me parece una buena doctrina.

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Fernando Savater || Fotografía: Antonio López Díaz

También dices que tienes gran afición por el libertinaje, yo creo que libertinaje no existe como tal…
Probablemente tienes razón.

¿No es una invención de aquellos que no creen en la libertad?
Sí, por supuesto. Eso era una broma que teníamos mucho en la época del franquismo, había una expresión que se decía mucho cuando alguien pedía libertad: «No hay que confundir libertad con el libertinaje» y todos decíamos es verdad no hay que confundirla, queremos el libertinaje (risas).

Entonces, ¿sólo existe la libertad?
Claro, sólo existe la libertad y las costumbres admitidas.

¿La libertad es compatible con la igualdad?
La libertad es la condena de los seres humanos. Sartre decía exactamente que estábamos condenados a la libertad. La libertad no es una elección, ni una cosa de las instituciones, ni tampoco una cosa siempre buena. Los animales son felices porque no son libres, están programados por la naturaleza y no se equivocan. Los seres humanos estamos programados por la naturaleza para autoprogramarnos y esa autoprogramación incluye errores, fallos y también una cantidad infinita de posibilidades que nos han hecho dueños del planeta.

Emil Cioran mantuvo correspondencia con Eugene Ionesco, Samuel Beckett y… Fernando Savater.
Él era amigo mio, fue amigo de Ionesco porque era rumano como él, de Paul Celan… Yo desde luego vine mucho detrás pero fui amigo muchos años, mantuve correspondencia primero cuando no tenía pasaporte y no podía salir de España.

¿Cómo fue ese primer contacto?
Muy sencillo, yo leí en Le Monde, que para mí era la Biblia, un artículo de Gabriel Marcel que se titulaba: «¿Es Cioran el diablo?» Dije, hombre de alguien del que se puede tener esa duda hay que conocerle y entonces empecé a leerle y me gustó mucho, pero como era totalmente desconocido en España y me parecía que había cosas diferentes en varios libros, dije voy a hacer una antología, pero tenía que pedir permiso al autor así que me puse en contacto con él. Cioran me dijo que prefería que tradujese un libro al español y ya desde ese momento mantuve correspondencia. Cuando recuperé el pasaporte cada vez que iba a París durante veinte años lo primero que hacía era dejar la maleta en el hotel e ir a su casa.

Hotspur, el personaje de Shakespeare, dice que vivimos para pisotear la cabeza de los reyes… ¿Vivimos para pisotearnos entre nosotros?
No, sería imprudente vivir así. Vivimos para apoyarnos los unos a los otros…

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Fernando Savater || Fotografía: Antonio López Díaz

Quizás esa es la teoría más que la práctica.
Pero nadie quiere pisotear a todos, unos quieren pisotear a otros y en favor de otros. No hay nada más útil para un ser humano que otro ser humano, como decía Spinoza. No hay ninguna tribu que haya institucionalizado el asesinato mutuo, han institucionalizado las guerras contra otras tribus. Lo difícil es que ese concepto no se extienda por la limitación histórica del momento sino que esencialmente uno piense que es mejor tener un acuerdo o una legalidad compartida por todos, no ha existido nunca pero no deja de ser un ideal. Los ideales a diferencia de las utopías nunca se alcanzan pero siempre es positivo acercarse a ellos. Las utopías, en cambio, lo malo que tienen es que pueden alcanzarse y pueden convertirse en algo espantoso. El sueño de unos pocos se convierte en pesadilla para muchos.

¿Sigues manteniendo, como cuando estabas en clase de filosofía, que la felicidad es el destino de la existencia humana?
Es el destino pero no se alcanza. Uno está en el mundo para alcanzar la felicidad pero creo que modestamente tenemos que conformarnos con ratos de alegría. Creo que la felicidad es incompatible con la muerte, por eso Kant decía que la felicidad en este mundo es ser merecedores de la felicidad y que si la merecemos puede que la alcancemos en otro mundo. Los que pensamos que no hay otro mundo creemos que ser merecedor de la felicidad es un aperitivo de la felicidad si en realidad hubiera otro mundo.

Hablando de felicidad, ¿la sociedad y los políticos siguen siendo tan hipócritas como para no legalizar las drogas?
Imagínate, ya lo ves. Es completamente absurdo hablar de drogas y no drogas, el café ha sido considerado como una droga y el tabaco fue penado con pena de muerte y bueno puede que lo vuelva a estar al ritmo que vamos (risas) las drogas como sustancias producen unos efectos según la cantidad que tomas. Si tomas una copa de vino te encuentras bien, pero si te tomas cuatro botellas te caes debajo de una mesa. Tienes que ser capaz de saber si lo que te gusta es sentirte bien o caerte debajo de una mesa. La heroína fue un medicina creada por la casa Bayer para curar a los morfinómanos, los mismo que la metadona luego fue inventada para curar a los heroinómanos. El problema es que la dosis activa y la letal están muy cerca, por eso es peligroso, porque te puedes pasar.

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Fernando Savater || Fotografía: Antonio López Díaz

Has dicho que no eres bueno creando literatura y me ha sorprendido que lo digas porque creo que alguien que es capaz de crear filosofía, si es que se puede crear, tiene que tener creatividad.
Eso es muy generoso por tu parte, Borges también creía que la filosofía era una rama de la literatura fantástica y que por tanto tenía uno derecho a considerarse un escritor como Isaac Asimov o Arthur Clarke. Yo creo que he sido mejor hablando sobre creaciones que creando, por eso te digo que soy mejor lector que escritor. A mí lo que me gusta cuando escribo es recordar lo que he leído, cosas que he imaginado, en ese sentido no soy el creador puro.

¿Un referente filosófico?
Dando por hecho que la tradición es lo importante en la filosofía, no puedes prescindir de eslabones…

¿Eso quiere decir que no puedes empezar por leer filosofía actual?
Puedes empezar pero sabiendo que te va a remitir a los clásicos, al comienzo. Mientras que puedes leer ciencia actual y olvidarte de lo que ha habido antes, en filosofía nadie puede ir más allá de Platón o Aristóteles. Se puede seguir a partir de lo que ellos pensaron, pero me identifico más con Spinoza que con ningún otro filósofo.

¿Una recomendación para alguien que quiera iniciarse en esta aventura de la filosofía?
Las preguntas de la vida, el mío (risas) esa es la mejor introducción, por eso lo escribí (risas).

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Fernando Savater || Fotografía: Antonio López Díaz