El de Chandler y Rachel: una teoría conspiratoria (más) sobre Friends

El año 1994 fue un año de acontecimientos. También para la historia de la Televisión, que no quedaría indiferente después del 22 de septiembre de 1994. Aquel 22 de septiembre de tan señalado año vio la luz el primer capítulo de Friends, la serie de la NBC que marcó los idolatrados años noventa y que se convertiría en el sello de toda una generación, y generaciones venideras.
Incontables artículos se han escrito acerca de esta venerada serie protagonizada por Mónica, Joey, Chandler, Ross, Phoebe y Rachel, cuyo escenario principal era un café llamado Central Perk. Desde valoraciones de la serie hasta duras críticas, comparaciones, fallos de guión, artículos nostálgicos… y, como no, también teorías conspiratorias sobre posibles relaciones ocultas, a simple vista, entre personajes.

Un romance inesperado

Friends se mantuvo en pantalla durante diez años, desde 1994 hasta 2004, gracias a diez largas temporadas en las que hubo tiempo para todo tipo de vaivenes: cambios de trabajo de los protagonistas, rupturas, citas, cambios de look, apariciones estelares de estrellas del cine y la televisión, viajes, bodas, divorcios, embarazos… incluso hipótesis sobre cómo habría sido la vida de los seis protagonistas si hubieran tomado diferentes elecciones en el pasado.

En ese batiburrillo de idas y venidas, podría decirse que los seis personajes tuvieron, aunque fuera de manera hipotética, algún tipo de affair o lío amoroso entre sí. Uno de esos affaires que han pasado muy, pero muy desapercibidos, ha sido el de Chandler y Rachel.

¿Un amigo preocupado…o celoso?

Prácticamente desde el arranque de la serie y durante las dos primeras temporadas que les cuesta a Ross y Rachel salir juntos, Chandler, el eterno mejor amigo de Ross, se muestra escéptico a la idea de que lo consigan. La interpretación habitual de esta actitud del personaje encarnado por Matthey Perry es la simple intención de proteger a su mejor amigo de un nuevo fracaso amoroso, tras haberse divorciado de su mujer, Carol.

Sin embargo, hay un capítulo que levanta una gran sospecha acerca de que las reacciones de Chandler puedan ser causa de celos y no del mero cariño y protección hacia su mejor amigo. Ese capítulo, que da pie a esta teoría, es el último de la primera temporada. «El de las sorpresas» es uno de los episodios más importantes para la trama interna de la serie, ya que Rachel se entera de que Ross está enamorado de ella, mientras él se va de viaje por trabajo a China. El personaje encarnado por Jennifer Aniston obtiene esa información gracias a un desafortunado y aparentemente despistado comentario de Chandler sobre el regalo de Ross a Rachel por su cumpleaños.

Ya en el comienzo de este capítulo se puede observar una extraña actitud por parte de Chandler hacia la proximidad que han tomado Ross y Rachel. Además, cuando ella abre el regalo de cumpleaños de Ross y se emociona, Chandler se siente molesto por el desprecio hacia el suyo y lo exterioriza con un par de comentarios irónicos. Justo después es cuando suelta la bomba de que Ross está enamorado de Rachel, también con resignación y enfado. Sí, pudo habérsele escapado, Chandler es así, torpe, despistado, sobre todo en lo que se refiere a temas amorosos. Pero… ¿y si se le escapó a causa de no poder contener sus celos, por un simple ataque de ira?

Esta idea avanza a lo largo del capítulo. Cuando Rachel se prepara para ir a ver a Ross al aeropuerto antes de que se vaya y comprobar si siente algo por él, Chandler la desanima diciéndole que no llegará a tiempo, lo hace de manera persistente. ¿Por qué pretende evitar ese encuentro? ¿Solo porque cree que Ross se enfadará con él por habérselo contado?
Las dudas terminan de disiparse cuando Chandler, intentando evitar nuevamente que ella vaya a buscar a Ross, le grita a Rachel que la quiere y que tendrá que resolver el asunto con él primero. Las risas enlatadas y el contexto de nerviosismo reflejan, a priori, que lo que hay detrás es un intento de proteger del rechazo a su amigo, así como de evitar una bronca para él. Pero bien podría ser un ataque de sinceridad, a la desesperada. Un comentario con doble rasero, un juego entre sinceridad e ironía: puro sello de identidad de Chandler Bing.

Antecedentes

A lo largo de las primeras temporadas hay otros gestos, en ocasiones imperceptibles apenas, que apoyan, sin querer, esta teoría. Por ejemplo, el capítulo 14, “El de los corazones de caramelo”, o el 19, “El de cuando se escapa el mono”. En estos ejemplos se puede ver cómo Chandler desalienta a Ross en varias ocasiones sobre lo suyo con Rachel diciéndole que, si no ha pasado ya, no va a pasar. También se descubre que Chandler no ha vuelto a salir con nadie desde Janice (con quien cortó nada más entrar Rachel en sus vidas). Quizá Chandler no ha vuelto a intentar salir con nadie más porque su corazón está pensando en otra chica. En Rachel Green, por ejemplo.

De hecho, eso de enamorarse de la novia de su mejor amigo y salir con ella le sucede más tarde al mismísimo Chandler con la única novia seria que se le conoce a Joey en prácticamente toda la serie, Kathy. ¿Pudo ser una idea de los guionistas que, al no funcionar con Ross, por la complejidad de la situación, la aplicaran más adelante con Joey?

Apreciando algunos de estos detalles, la teoría conspiratoria comienza a estar más cerca de ser verdad que de no serlo. Al menos la posibilidad de que existiera en las mentes retorcidas de los guionistas, siempre al acecho de poder desconcertar al espectador. Pero la hipótesis de una relación entre Chandler y Rachel termina de cobrar forma y sentido en “El del flashback”, capítulo de la tercera temporada en el que Janice pregunta sobre si ha habido algún lío amoroso entre ellos y se retrocede tres años para comprobar que… sí. Al menos, que estuvieron a punto.

Muchos de estos apuntes que sostienen la teoría son fácilmente desmontables. Chandler es un buenazo que jamás conspiraría ni desearía el mal a sus amigos, algo que se aprecia desde el primer hasta el último capítulo de la serie. Además, no deja de flirtear con chicas, a pesar del supuesto cuelgue de Rachel. A decir verdad, puede que toda la teoría lo sea. Pero ¿por qué no dudarlo? Tal vez simplemente fuera una idea de los creadores, Marta Kauffman y David Crane, que más tarde desecharon al ver la clara complicidad entre los personajes de Mónica y Chandler. O al ver las complicaciones que surgirían en las amistades de los seis protagonistas si toda esta teoría fuera verdad.

Una historia jamás contada

Aunque las sospechas se van reduciendo conforme avanza la serie y prosperan otras relaciones, hay un último detalle que pone la guinda al pastel conspiratorio. Es en la décima temporada, la última, llegando al final de la serie. En “El de cuando llora el boy”, Ross y Chandler asisten a un reencuentro de amigos de la universidad. Allí, Ross se entera de que Chandler, supuestamente por fastidiarle y devolverle la jugada, se había dado un beso con Rachel la misma noche que Ross, teóricamente, la besó también por primera vez. Un flashback al pasado al que se resta importancia en la reconstrucción, quizá para no manchar la idílica relación entre Chandler y Mónica, a punto de ser padres, y Rachel y Ross, a punto de retomar su noviazgo.
¿Acaso Chandler siempre estuvo enamorado de Rachel y nunca se atrevió a decírselo ni a ella ni a su amigo del alma, Ross? Quién sabe. En cualquier caso, son solo conspiraciones. El intento de seguir avivando la llama de una serie que todavía enciende las risas (no solo enlatadas) de todos sus fieles seguidores. En el fondo, la única pregunta que de verdad importa y que todavía no ha obtenido respuesta es… ¿se estaban tomando o no un descanso?

Laura Odene

Periodista. Hago radio en RNE y escribo algún articulillo para esta maravillosa revista. Leo y escribo poesía desde que era niña, es mi gran pasión, y, de vez en cuando, ejerzo de cantautora sobre el escenario de algún local. Mi palabra favorita es aprender.