Cada 23 de abril, el mundo literario, sobre todo el español e inglés, celebran el día del libro y de los derechos de autor. Todo ello, fomentado como homenaje a dos de los escritores más relevantes de la historia de la literatura: Cervantes y Shakespeare.
La coincidencia creada para tal día, la muerte de ambos, ha dado lugar a numerosas comparaciones entre estos genios literarios. Es verdad que, aunque en ningún momento de su vida sus caminos se cruzaron físicamente, no se puede negar que vivieron de algún modo vidas paralelas. Mucho se ha hablado de ello y muchas historias se han inventado, tan disparatadas como si las hubieran escrito ellos mismos. Realidad o ficción, ambos fueron un antes y un después para la literatura universal. Y esto es totalmente indiscutible.

Más allá de las diferencias entre Cervantes y Shakespeare, ambos comparten muchas similitudes. Sus obras se basaron siempre en personajes icónicos, como puedan ser Don Quijote y Hamlet. Además, las personalidades de sus personajes se forjaban en torno al uso de los diferentes registros del habla castellana e inglesa respectivamente. El lenguaje adquiere una denotada relevancia, puesto que es delimitador de las acciones. Por otro lado, ambos se caracterizaban por incluir en sus tramas pasajes con tintes de comedia. El ingenio estuvo en abandonar los cánones establecidos de su época en lo referente a la creación artística pero conservando una fuerte influencia clásica.

Apenas se tiene constancia documentada de los estudios de El Bardo y el Príncipe de los Ingenios. Lo que sí es cierto, es que ninguno llegó a cursar estudios universitarios. Sin embargo, al compartir los dos escritores época histórica, sus formaciones, autodidactas o no, no debieron de ser muy diferentes. La época en la que se desarrolló la etapa educativa fue el Renacimiento, sin embargo sus producciones artísticas se dieron en la época barroca.
El talentoso ingenio de Cervantes y Shakespeare
El contexto temporal y geográfico son los determinantes que convirtieron a Cervantes en rey de la novela moderna y a Shakespeare en rey del drama. En la España barroca el género relevante era la novela pero entendida a la italiana, es decir, como un relato breve. El manco de Lepanto la reinventó y adaptó a su ingenio produciendo obras como el famoso Don Quijote de la Mancha o La Galatea. Sin embargo, en cuanto a El Bardo, en el barroco inglés proliferan la creación del drama, influenciados por el renacimiento italiano y la recuperación de obras de autores clásicos. Por ello la trama de grandes iconos shakesperianos son meras adaptaciones de tramas griegas o latinas como pueda ser la trágica historia de Hero y Leandro.
Sobre la cuestión de si Cervantes y Shakespeare llegaron a conocerse, la respuesta es difusa. Se tiene constancia física, a modo de resumen, de una obra de Shakespeare representada bajo el nombre de Cardenio inspirada en un pasaje del Quijote y en la historia de dicho personaje. Por ello se puede deducir que El Bardo sí que llegó a leer, al menos, la primera parte del Quijote y conocer así la figura de Miguel de Cervantes.

La vida de ambos es confusa y las tan hipótesis variadas y dispares como se ha dicho anteriormente. De su fallecimiento han pasado ya 400 años pero aún hoy siguen escribiendo indirectamente ingeniosas historias en plumas de otros estudiosos. Como la teoría de que ambos fueron la misma persona. Genios y figuras hasta la sepultura…
El día 23 de abril se celebra el Día Internacional del Libro y aunque no fallecieron ni Cervantes ni Shakespeare, casualidades de la vida, la fecha no es tan desacertada. El porqué de esto: ese mismo día nacieron autores como Nabokov, Laxness o Steiner y fallecieron otros como Josep Pla, Wordsworth o Broke.