Hace unas semanas, el mundo del arte lloró la perdida de una de las artistas más influyentes y destacadas de la segunda mitad del siglo XX, pionera en prácticas artísticas como el vídeo, el cine, el happeningy la performance. Carolee Schneemaan, nacida en Pensilvania en 1939, falleció el pasado 6 de marzo a los 79 años, dejando tras de sí un importante legado artístico donde el feminismo y el género se alzan como estandartes.
Schneemaan fue una artista multidisciplinar que consiguió transformar la concepción del arte a través de sus obras y sus performances. Su discurso siempre tuvo un fuerte carácter feminista mediante el cual analizaba conceptos como el cuerpo, el género o la sexualidad. Gracias a sus diferentes trabajos, se fueron asentando en el arte y en la sociedad una seria de ideas sociales que actualmente siguen siendo muy influyentes en aspectos de cambio que persigue la sociedad actual.
El cuerpo como elemento artístico
En la década de los 60, junto a otros artistas del mundo del arte residentes en la ciudad de Nueva York, Schneemann llevo a cabo sus investigaciones artísticas llegando a generar performances desafiantes en busca de un arte multidisciplinar. Dentro de la escena artística de Nueva York, comenzó a adentrarse en diferentes proyectos de danza, happenings o cine de vanguardia. Cuestionó los límites del cuerpo del artista y de la sexualidad de la mujer llegando a ganarse un gran número de detractores, pero mayor fue su relevancia. Tal es así, que artistas como Andy Warhol o Claes Oldenburg comenzaron a fotografiarla para sus obras.
De esta manera, la artista estadounidense fue ganándose un lugar en el arte contemporáneo, cuestionando el papel de la mujer en el arte y tratando aspectos cotidianos cercanos a la sociedad, lo que le llevó a ir perfeccionando sus obras hacia la performance y coreografía. Para Carolee, el cuerpo del artista desnudo se transformaba en un lienzo y, por tanto, en un elemento artístico. El gesto pictórico era dotado de vida y pasó a convertirse una nueva categoría artística. Schneemann consiguió acercar el lienzo, entendido con cuerpo, a la realidad.

A lo largo de su carrera artística vemos cómo Carolee realizó una fuerte denuncia sobre las oportunidades de las mujeres frente a los artistas masculinos en el mundo del arte, lo que le llevó a presentarnos performances de lo más arriesgadas como Eye Body (1963) o Meat Joy (1964).
Pero fue ya en la década de los 70 cuando Schneemaan realizó dos de sus obras más icónicas. En su performance Up to and Including Her Limits (1973-6) realizó una importante crítica al impresionismo abstracto, movimiento asociado a lo masculino. Para ello, utilizó su cuerpo desnudo atado de unas cuerdas para llevar a cabo el gesto pictórico característico de este movimiento. Años más tarde, en 1975 realiza la performance Interior Scroll influenciada por el movimiento Fluxus, donde lleva a cabo la lectura del texto “Cézanne, She Was a Great Painter” mientras sitúa su cuerpo desnudo sobre una mesa. Finalmente acaba leyendo un manifiesto feminista que previamente había sacado de su vagina.

Considerada una de las pioneras de la performance a nivel mundial, el legado de Carolee Schneemann va más allá de sus obras de arte. Sin duda, ha sido y será un importante referente de cuestiones tan actuales como el feminismo, el género o las guerras. En su tiempo, supo generar unos contenidos tan arriesgados como directos, algo que la critica y el mundo del arte supo valorar. La historia del arte despide a uno de sus pilares fundamentales de los últimos años, pero nunca olvidará su lucha por aquellas ideas que le representaban.